Una delegación formada por directivos de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) y de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD) visitó el 7 de agosto la prisión cerrada de tipo M de Batman. La delegación, de la que también formaba parte el co-presidente de la IHD, Eren Keskin, se reunió con madres que fueron detenidas por bailar govend acompañadas de música kurda y que fueron enviadas a prisión tras la operación en Bilêxşê, un distrito de Gercüş (Kercews) en Batman (Êlih).
El presidente de la IHD en Amed, Ercan Yılmaz, que también formaba parte de la delegación, habló de los temas destacados en las reuniones.
Jóvenes obligados a escuchar canciones racistas
Yılmaz dijo que las mujeres y los jóvenes llevados a la prisión fueron sometidos a cacheos sin ropa a la entrada y obligados a ser contados de pie. Yılmaz añadió que cuatro personas, dos de ellas menores, que fueron detenidas bajo la acusación de "hacer propaganda de una organización terrorista" por bailar govend, fueron obligadas a escuchar canciones racistas y nacionalistas turcas mientras eran conducidas a prisión.
Yılmaz dijo: "Hay investigaciones iniciadas por las fiscalías después de que grupos nacionalistas atacaran publicaciones relacionadas con bodas kurdas en las redes sociales. Se interpusieron cientos de demandas en relación con estas investigaciones, y casi todas ellas terminaron en absoluciones. Los ministros y diputados del AKP han declarado repetidamente lo amplia que es la libertad de expresión en Turquía, y que lemas como ‘Bijî Serok Apo’ no son delito como un motivo de orgullo. Las propias autoridades gubernamentales decían: 'Nosotros lo hicimos, era un crimen antes de nosotros’. Pero hoy hemos vuelto a los tiempos oscuros de los años 90".
Yılmaz declaró además que el hecho de que los jóvenes detenidos se vieran obligados a escuchar marchas racistas y nacionalistas en vehículos oficiales de la policía era por un sentimiento de "venganza".
Las condiciones de la prisión no son adecuadas para las madres debido tanto a su edad como a su enfermedad.
Yılmaz, que recordó que todas las madres detenidas en Bilêxşê tenían más de 65-70 años y muchas enfermedades y que una de ellas tenía un informe de discapacidad del 72 por ciento, dijo: "Las otras madres tienen además medicación diaria para la diabetes, la tensión arterial y las enfermedades cardíacas. Las condiciones de la prisión no son adecuadas para ellas debido tanto a su edad como a su enfermedad. No hay aire acondicionado ni ventiladores en la prisión donde están alojadas. Dicen que tampoco hay frigoríficos. Los precios de la cantina son muy altos. Las madres también dijeron que no pueden acceder a agua fría con este calor de verano".
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