En los últimos meses, los investigadores de Iran Human Rights han recopilado y verificado información relacionada con un número de ciudadanos y ciudadanas que han perdido la vista en uno o ambos ojos como consecuencia de haber recibido disparos con escopetas o pistolas de paintball en las protestas a escala nacional. La cifra real es mucho mayor.
El New York Times informó anteriormente de que cientos de manifestantes fueron blanco de disparos a corta distancia, que les dañaron los ojos o los dejaron ciegos. Según este informe, los médicos de tres hospitales de Teherán (Farabi, Rasoul Akram y Labafinejad) atendieron a más de 500 manifestantes con lesiones oculares durante las protestas a escala nacional.
En la provincia del Kurdistán, al menos 80 personas con lesiones oculares fueron atendidas por médicos. Mientras tanto, el jefe de policía Hassan Karami negó que los manifestantes fueran atacados en partes sensibles de su cuerpo, calificando sus acciones de "profesionales".
Iran Human Rights dijo: "Exponer la magnitud de los crímenes y documentar las pruebas son pasos cruciales hacia la justicia que requieren la cooperación de todos los ciudadanos. El líder de la República Islámica, Ali Jamenei, y las fuerzas represivas bajo su mando deben saber que tendrán que rendir cuentas por todos sus crímenes."