Desde 1995, las Madres de los Sábados de Estambul, al igual que las "Madres de la Plaza de Mayo" argentinas, han protestado semana tras semana en Estambul con plantones y fotos de sus familiares contra su "desaparición" bajo custodia estatal y exigen información sobre su paradero. Sus protestas semanales han estado acompañadas de violencia policial masiva desde el principio.
El 25 de agosto de 2018, se les prohibió ingresar a la plaza Galatasaray por una orden que es ilegal tanto según la ley europea de derechos humanos como por la constitución turca. Desde entonces, las Madres de los Sábados han tratado repetidamente de reunirse en su lugar tradicional de concentración. El estado turco respondió con violencia policial masiva y represión.
El estado turco ha estado ocupando la plaza Galatasaray durante cuatro años, según un comunicado de Madres de los Sábados. Con barreras de hormigón, cañones de agua, vehículos blindados y fuerzas fuertemente armadas, la policía convirtió una plaza de un barrio popular del centro de Estambul en una comisaría. “Es una plaza en la calle más transitada de Estambul que debería ser accesible para todos los ciudadanos. Durante cuatro años, hemos estado tratando de revocar la prohibición que restringe nuestro derecho legal a la libertad de reunión, hasta ahora, lamentablemente, sin éxito. La Constitución y la ley no nos protegen, durante años la normativa simplemente ha sido ignorada por la política, la administración y el poder judicial”, denunciaron.
Los conciertos y eventos también se ven afectados por la prohibición, según las Madres de los Sábados. Estas prohibiciones, que son emitidas por los gobernadores por orden del gobierno, tienen como objetivo silenciar a la población y obligarla a obedecer su ideología.
"Incluso si todos permanecen en silencio, ¡alzamos nuestras voces!"
"Es hora de una lucha común contra las prohibiciones", continúa el comunicado. "Pero hasta ahora, no se ha formado una amplia resistencia apoyada por toda la sociedad”, indicaron las Madres de los Sábados, criticando el silencio del Colegio de Abogados de Estambul, que, según la ley turca, tiene la posibilidad de demandar contra las prohibiciones. Las Madres de los Sábados también preguntaron a Ekrem Imamoğlu (CHP), alcalde de Estambul desde 2019 yquien debe su elección a la población kurda, sobre los motivos de su silencio y le pidieron que interviniera.
“Lo mismo ocurre con los artistas y músicos que también han animado la plaza en el corazón de Estambul durante décadas con sus actuaciones. Después de todo, una Plaza Galatasaray abierta, de libre acceso para todos, es importante para todos”, exigieron.
Las Madres del Sábado concluyeron reafirmando que no se darán por vencidas: "¡Aunque todos permanezcan en silencio, levantaremos la voz! Informar sobre la opresión que hemos vivido es una cuestión de dignidad para nosotras".