El preso político Bekir Güven murió el jueves por la noche tras cuatro meses de tratamiento en cuidados intensivos.
Güven, discapacitado al 98% y gravemente enfermo de Huntingdon, fue condenado a 22 meses de prisión el 20 de septiembre de 2021, tras confirmarse su condena por “propaganda terrorista” e “insultos al presidente” a raíz de unas publicaciones en redes sociales.
Al deteriorarse su estado de salud y aumentar las protestas, el fiscal decidió que Güven cumpliera el resto de su condena en el hospital. Sin embargo, el examen y el viaje hasta allí fueron traumáticos.
Le pusieron en aislamiento durante tres días, a pesar de que no podía valerse por sí mismo y necesitaba cuidados las 24 horas. Luego, en medio de la noche, lo llevaron del hospital al Instituto Forense en uno de los tristemente célebres vehículos en los que se transporta a los presos encadenados en Turquía.
‘En tres días, la enfermedad progresó cuatro años’
Su esposa Rukiye Güven declaró por entonces a la agencia de noticias Mezopotamya: “Los pocos días que pasó detenido hicieron que su enfermedad avanzara cuatro años. Se cayó dos veces y sufrió hemorragias cerebrales. Los médicos dicen que no saldrá vivo del hospital”.
‘Los tres días más terroríficos de mi vida’
Tras su liberación, Güven declaró entre lágrimas: “Lo he experimentado, las cárceles no son para los presos enfermos. Todos los presos enfermos deben ser liberados inmediatamente. Han sido los tres peores días de mi vida”.