Ferit Şenyaşar, diputado del Partido de la Izquierda Verde por Urfa, y su madre, Emine Şenyaşar, se dirigieron al edificio del Ministerio de Justicia para reunirse con funcionarios del ministerio. Sin embargo, la policía impidió la entrada a la familia.

La familia, sorteando el bloqueo policial, marchó hacia el Ministerio, intentando entrar en el edificio. Sin embargo, la gente del ministerio declaró que el ministro y su adjunto no se encontraban en el edificio y cerraron la puerta para impedir la entrada de la familia.

A primera hora de la mañana del martes, la familia Şenyaşar ofreció una rueda de prensa en el Parlamento sobre su Vigilia por la Justicia, y declaró: "Si no se hace justicia, continuaremos nuestra lucha en Ankara". Emine Şenyaşar subrayó que celebraba una vigilia contra la persecución. Y añadió: "Mi hijo debe ser liberado. Mataron a mi familia, metieron a mi hijo en la cárcel. Asesinaron a mi marido ante mis ojos. Si no dejan libre a mi hijo, continuaré mi sentada frente al Ministerio de Justicia."

Antecedentes

El 14 de junio de 2018, los guardaespaldas y familiares del diputado del AKP por Urfa Ibrahim Halil Yıldız atacaron la tienda de la familia Şenyaşar en Suruç durante la campaña electoral. En el ataque, los hermanos Celal, Adil, Mehmet, Fadıl y Ferit Şenyaşar resultaron gravemente heridos y fueron hospitalizados. Familiares y partidarios del diputado del AKP Yıldız asesinaron a Celal y Adil Şenyaşar en el hospital, y a su padre Hacı Esvet Şenyaşar cuando acudió al hospital a ver a sus hijos, quien fue brutalmente asesinado, siendo linchado, delante de su mujer Emine Şenyaşar.

Fadıl Şenyaşar, un superviviente, recibió una condena de casi 38 años de prisión por matar al agresor, Mehmet Şah Yıldız, a pesar de que se demostró con relativa rapidez que el hombre fue asesinado por sus propios hombres. Para empeorar las cosas, el juicio se dividió en dos partes. Los incidentes en la tienda se juzgan en Malatya, y los sucesos en el hospital en Urfa.

Han pasado más de cinco años desde la masacre. Sin embargo, ni Ibrahim Halil Yıldız ni la mayoría de sus compañeros han tenido que responder por sus actos ante los tribunales. La gestión de los linchamientos por parte de la justicia turca es especialmente pérfida: aunque hasta ahora sólo uno de las decenas de agresores identificados ha sido condenado a una pena simbólica de 18 años, el tribunal consideró atenuante que el acto se hubiera producido "espontáneamente a raíz de una pelea que iba en aumento".

Emine Şenyaşar y su hijo Ferit mantienen desde el 9 de marzo de 2021 una Vigilia por la Justicia frente al Palacio de Justicia de Urfa, exigiendo que los responsables rindan cuentas.

En el 846º día de vigilia frente al Palacio de Justicia de Urfa, la familia Şenyaşar puso fin a su protesta anunciando que se trasladarían a Ankara si no había "un atisbo de justicia" en la vista que se celebró en Malatya el martes 18 de julio, exigiendo la liberación de Fadıl Şenyaşar.

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