Ozgunes: Debemos detener las prácticas inhumanas en las cárceles

El Parlamentario por el HDP de Sirnak Ozgunes protestó por la tortura infligida a los presos en la prisión Sirnak. Ozgunes dijo que "Es un deber humanitario oponerse a prácticas inhumanas".

Los presos en la prisión Tipo T de Sirnak se reunieron con sus familias en una visita abierta el 6 de septiembre, pero cuando la familia del prisionero Ayaz Avsar hizo el signo de la victoria al final de la visita, los guardias maltrataron a Avsar, otro prisionero llamado Osman Beytur y otro cuya identidad es desconocido frente a sus familias. La madre de Avsar, Taybet Avsar, protestó por la golpiza cuando la madre de Beytur, Hatice Beytur, y la pariente del prisionero no identificado fueron maltratadas por los guardias.

El Parlamentario del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) de Sirnak Hasan Ozgunes habló sobre el asunto y dijo: "Durante el proceso electoral y en el último mes, estuvimos entre la gente y escuchamos los asuntos sociales fundamentales y realizamos análisis de esto. Uno de los problemas fundamentales es la presión y la ilegalidad en las cárceles de Sirnak, como nos dijeron tanto los familiares de los detenidos como los propios presos liberados. Con el incidente en las visitas abiertas más recientes y otros incidentes similares en todas las cárceles, poner este tema en la agenda pública, crear conciencia y llamar al gobierno a cumplir con sus deberes y responsabilidades se convirtió en una necesidad".

El Parlamentario también mencionó que los guardias que atacaban a los prisioneros y a sus familias, golpeándolas e insultándoles con la excusa de que las familias cantaron zilgits y mostraron signos de victoria, y que eso va en contra de los derechos humanos, la ley y, ante todo, de los valores humanos: "No podemos aceptar esta ilegalidad contra los tiempos y la moral".

Ozgunes dijo que las cárceles se convirtieron en centros de tortura, insultos, maltrato, intimidación y alienación para los presos y agregó que el estado quiere intimidar a los pueblos mediante arrestos ilegales y que la sociedad ha quedado atrapada en una especie de prisión al aire libre.

Finalmente Ozgunes mencionó que Sirnak se convirtió en un campo de prueba: "Las personas son arrestadas por motivos políticos y forzadas a estar en pabellones independientes en la prisión. Los que defienden su identidad política son exiliados o sometidos a malos tratos e insultos. Entonces, es un deber humanitario detener las prácticas ilegales e inhumanas".