Önder Poyraz, preso condenado a dos cadenas perpetuas con agravantes, fue detenido por "pertenencia a organización terrorista" y "amenazas a la unidad e integridad del Estado" durante el toque de queda decretado en 2015 en Cizre.
Poyraz lucha por su vida en la prisión de alta seguridad de Erzurum-Dumlu. Vive con una prótesis de columna y tiene varios de sus órganos dañados por la bala que recibió cuando fue herido durante el toque de queda. Poyraz, que vive con un solo riñón, dijo en una llamada telefónica con su esposa que tenía la mano derecha paralizada y que lo habían enviado a régimen de aislamiento.
La esposa de Poyraz, Firdevs, dijo que su marido fue trasladado al hospital en ambulancia tras enfermar el 7 de marzo, pero fue devuelto a prisión sin tratamiento. "En 2015 le extrajeron la bala que le hirió en la espalda, pero todos sus órganos internos quedaron dañados. Vive con un solo riñón. Tiene una prótesis de disco lumbar. La última vez que fui a visitar a mi marido fue hace 4 meses".
La cárcel impide la atención
Poyraz afirma que su marido exigió tratamiento, pero la administración penitenciaria rechazó sus peticiones: "Persiguen a los presos. Mi marido no puede comer debido a su enfermedad. Sólo puede comer fruta, pero no se la dan. Allí todo es tan caro que el dinero que enviamos no le alcanza".
"Hay que cuidar a los presos"
Poyraz hizo un llamamiento a la solidaridad para mejorar las condiciones de detención y garantizar un juicio justo. "Todo el mundo debe ocuparse de los presos. Pedimos a la opinión pública que se solidarice con los presos".