Refugiados explotados y maltratados en Turquía

La IHD emitió una declaración por el Día Mundial de los Refugiados y denunciando los ataques y el acoso sexual que ocurren en los campamentos en Turquía, y las personas que se vieron obligadas a emigrar debido a los ataques genocidas en Afrin y Kurdistán.

La Asociación de Derechos Humanos (Insan Hakları Derneği - IHD) en su Capítulo de Estambul, emitió una declaración por el 20 de junio Día Mundial de los Refugiados.

La declaración dice que los refugiados son el resultado de un conflicto, la violencia y la tiranía y que nadie elegiría abandonar su hogar y sus espacios de vida o convertirse en un refugiado.

"Se ha alcazado el porcentaje más alto de refugiados"

La declaración señala que el mundo ha alcanzado el mayor porcentaje de refugiados con la guerra siria: "Según el informe de la ONU, el número de personas expulsadas por la fuerza de sus hogares fue de 37,3 millones en 1996, mientras que ese número aumentó a 68,5 millones de acuerdo al Informe de Tendencias Globales de 2017. 25.4 millones de estas personas son refugiados, mientras que los restantes 43.1 millones son personas desplazadas internamente. El 52% son niños menores de 18 años. 178.800 niños no están acompañados por adultos y han sido separados de sus familias".

La declaración dice que Turquía ha alcanzado un mayor porcentaje de refugiados debido a la intensa ola de migración provocada por la guerra civil siria y menciona los datos del ACNUR de abril de 2018 sobre Turquía, que sitúa el número de refugiados en Turquía en 3,9 millones de personas.

"Los civiles fueron obligados a abandonar la ciudad luego del ataque a Afrin"

La declaración dice que unos 150,000 civiles se vieron obligados a abandonar la ciudad de Afrin, como resultado de los ataques de invasión de Turquía en enero, y que se vieron obligados a emigrar a otras regiones en Siria. La declaración también señaló los casos de violación de derechos y acoso sexual en los campos de refugiados en Turquía.

PROBLEMAS DE REFUGIADOS

La declaración detalla que los refugiados se concentran en las provincias de Urfa, Antep, Estambul y Çukurova y agrega:

"Están enfrentando problemas con la vivienda, el trabajo, el acceso a la atención médica, la educación y la asistencia legal, así como a diversas formas de violencia. Los problemas con el trabajo es que habitualmente son explotados laboralmente, sobre todo en la agricultura, la construcción y los sectores de la industria de pequeña escala, con una mentalidad de esclavos, trabajan desde el amanecer hasta el anochecer, por casi nada en compensación, o incluso a cambio de alojamiento y comida. Están indefensos frente a esta explotación laboral. No tienen derechos legales y no pueden buscar medios legales debido a problemas de idioma o la falta de un derecho oficial al trabajo. En la agricultura, se ven obligados a vivir en tiendas insalubres, sin acceso a servicios de salud y lejos de una vida de calidad. En las ciudades trabajan en pequeñas fabricas, recolectan materiales reciclables, los niños venden servilletas y agua y las mujeres son mendigas. La imagen más dura es que las mujeres y los niños están muy expuestos a la explotación sexual. Los matrimonios y embarazos entre menores se han disparado".

Situación de las familias kurdas

La declaración también menciona familias kurdas que fueron forzadas a abandonar sus hogares y convertidas en migrantes nacionales, durante los toques de queda que comenzaron el 16 de agosto de 2015, y continúan siendo de forma limitada y las operaciones militares en ese momento en Diyarbakır en Sur, el centro de Şırnak, Cizre y Silopi, los distritos Yüksekova de Mardin en Nusaybin y Hakkari y otros centros más, decenas de miles de residencias, lugares de negocios y edificios públicos han sido demolidos y un estimado de al menos 500,000 personas quedaron sin hogar. Estas personas aún no tienen residencias permanentes".

El Capítulo IHD de Estambul declaró que la explotación debe evitarse.