La Corte Suprema de Irán rechazó la reapertura del caso de la activista kurda Pakshan Azizi. Según el abogado de Azizi, Amir Raesian, la sentencia de muerte contra la periodista y activista kurda es firme y puede ejecutarse en cualquier momento. El abogado recurrirá el veredicto y el desarrollo del proceso, “porque se está cometiendo un gran error”.
Pakhshan Azizi fue detenida en Teherán el 4 de agosto de 2023 por el Servicio de Inteligencia iraní y recluida en régimen de aislamiento en el pabellón 209 de la prisión de Evin durante cinco meses. El 23 de julio de 2024, la Sección 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán la condenó a muerte por “rebelión armada contra el Estado (baghy)” y “pertenencia a grupos de la oposición”, además de una pena de prisión de cuatro años por su presunta pertenencia al Partido de la Vida Libre del Kurdistán (PJAK). El 8 de enero de 2025, la Sección 39 del Tribunal Supremo confirmó la pena de muerte.
Según un grupo de expertos de la ONU, la detención y la condena de Azizi parecen estar relacionadas únicamente con su trabajo legítimo como trabajadora social, incluido su apoyo a los refugiados en Irak y Siria. La activista de 40 años de Mahabad trabajó para organizaciones de ayuda humanitaria con sede en la región autónoma del norte y este de Siria y la región del Kurdistán de Irak hasta que fue secuestrada en Teherán en agosto de 2023 por agentes del Ministerio de Inteligencia iraní. Su trabajo se centraba en la atención social de las mujeres y los niños yazidíes en los campamentos que habían sido desplazados de sus hogares como resultado del genocidio cometido por la organización terrorista "Estado Islámico" (ISIS) en agosto de 2024 en Shengal. Anteriormente también trabajó como periodista.