La gente todavía está pasando la noche afuera en Qasr-e Shirin, que es una de las zonas más afectadas por el terremoto de la semana pasada en el Kurdistán Oriental. En medio de las difíciles condiciones invernales, las personas piden ayuda.
El distrito de Qasr-e Shirin de la provincia de Kermanshah es una de las áreas más afectadas por el terremoto de la semana pasada y los efectos de la destrucción aún continúan.
Los residentes tienen dificultades para encontrar agua potable, ya que no hay una red de suministro de agua y las familias pasan la noche en las calles, ya que casi todas las casas han sido demolidas por el terremoto y las que permanecen en pie son inhabitables.
La gente dice que ha recibido una cantidad muy limitada de ayuda desde que el terremoto devastó sus hogares y áreas de vivienda, y señaló que las fuerzas del régimen iraní impiden que los materiales de ayuda lleguen a ellos o que no se distribuyen a quienes los necesitan.
Miles de personas se reúnen frente a la Media Luna Roja iraní todos los días, enfrentando continuos insultos por parte de las fuerzas del régimen iraní. La mayoría de estas personas regresan con las manos vacías, sin recibir ningún material de ayuda.
