La Primera Ministra Theresa May ha sufrido una severa derrota, la más grande en la era democrática británica, después de que los parlamentarios rechazarán aprobar su acuerdo para el Brexit con una diferencia de 230 votos.
Ayer martes, la Casa de los Comunes rechazó el acuerdo de retirada de la UE, que la primera ministra había negociado con tanto esfuerzo.
El líder laborista, Jeremy Corbyn pasó inmediatamente a tramitar una moción de confianza al gobierno.
“Es una derrota catastrófica. El parlamento ha emitido su veredicto sobre el acuerdo. El retraso y la negación han terminado hoy”, señaló el líder laborista.
Esta tarde May se enfrentará a la moción de confianza que, en caso de ser aprobada, obligaría a la convocatoria de elecciones.
Corbyn, durante su intervención ante los diputados, dijo que el rechazo al acuerdo del Brexit era “catastrófico” y que había sido “la derrotada más abultada desde 1920”. Corbyn añadió que la perspectiva de una salida de la UE sin acuerdo debe ser evitada a toda costa.
Si la moción de confianza no prospera, como así parece, es probable que la salida del Reino Unido de la UE se produzca sin acuerdo, lo cual implica la reinstauración de una frontera rígida entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Corbyn considera que “tras dos años de negociaciones fracasadas, el parlamento ha dictaminado su sentencia sobre el acuerdo de May y ese veredicto es absolutamente decisivo”.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP), por medio de su líder, Nicola Sturgeon ha dicho que la derrota del acuerdo es “histórica” a pesar de que era un escenario obvio desde hace meses.
Por su parte, la líder del Sinn Fein, Mary Lou McDonald, ha dicho que Irlanda necesita protegerse del Brexit y que el Taosieach (jefe del gobierno) de los 26 condados, Leo Varadkar, debe mantenerse firme”.
McDonald ha añadido que “el pueblo de Irlanda, su economía y el proceso de paz necesitan ser protegidos en el futuro”.
May afirmó al principio del debate que este voto “se trata del voto más importante del que todos nosotros formaremos parte en nuestras carreras políticas. Tras todo el debate, todo el desacuerdo, toda la división, ha llegado el momento para que todos nosotros en este parlamento tomemos una decisión. Juntos podemos mostrar al pueblo al que servimos que hemos escuchado su voluntad, que su confianza en nosotros no ha sido errónea”.