Espía turco condenado a prisión en Alemania

El Tribunal Regional Superior de Düsseldorf ha condenado a un espía turco a un año y nueve meses de prisión en régimen de libertad condicional. El hombre confesó haber espiado a los kurdos en Alemania.

El Tribunal Regional Superior de Düsseldorf ha condenado a un espía turco a la pena de libertad condicional por sus actividades como agente de los servicios secretos. Según anunció el tribunal el jueves, el senado impuso a Ali D. una pena de prisión suspendida de un año y nueve meses. El tribunal consideró confirmados los cargos de actividad de agente de los servicios secretos y posesión no autorizada de armas.

Ali D. fue detenido en un hotel de Düsseldorf a mediados de septiembre y fue arrestado inmediatamente después de que un empleado le descubriera un arma. La policía encontró en la habitación 200 cartuchos de munición e información sobre miembros de la oposición de origen turco.

Ali D. admitió haber empezado a trabajar para el departamento de inteligencia de la "Türkiye Cumhuriyeti Jandarması" (policía militar turca) unas semanas antes de su detención. La Fiscalía Federal le acusó de haber empezado a "seguir sus convicciones nacionalistas turcas" a más tardar en agosto de 2018 para recabar información en la República Federal sobre los partidarios del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), así como del movimiento del predicador islámico Fethullah Gülen, con el fin de remitirla a los servicios de inteligencia turcos. "Respondió a consultas específicas de un empleado sobre personas de origen turco que vivían en Alemania y recopiló información sobre este grupo de personas", señalan las conclusiones del 7º Senado de Protección del Estado en el Tribunal Regional Superior. Además, reclutó a un conocido como informante.

Ali D. afirmó que se sobrepasó económicamente al comprar un hotel y por ello se ofreció a dos servicios secretos. Entre otras cosas, denunció al ex prometido de su novia como "hombre del PKK". Dijo que se sentía seguro con la pistola de alarma, aparentemente real, en la cintura y que la llevaba consigo sólo por ese motivo. La munición real, en cambio, no era para sus actividades de espionaje; como tirador, la necesitaba para su afición. Y prefería comprar grandes cantidades en stock antes que a los altos precios del campo de tiro, argumentó.

La exhaustiva confesión del acusado, que ha estado en prisión preventiva durante cerca de tres cuartos de año, formaba parte de un acuerdo con el Senado, que a cambio le prometió una condena suspendida de 21 meses. Sin embargo, la sentencia contra Alí D. aún no es jurídicamente vinculante. Tanto la Fiscalía como el propio turco pueden aún solicitar un recurso ante el Tribunal Supremo Federal.