NCDK Helsinki (Centro de la Sociedad Democrática Kurda) celebró el aniversario de la Revolución de Rojava y protestó por los ataques turcos.

El NCDK dijo en un comunicado: "La Revolución de Rojava celebró su décimo aniversario el 19 de julio y, con su confederalismo democrático, la liberación de la mujer y las aspiraciones ecológicas, sigue siendo vista en todo el mundo como un faro de esperanza y una fuente de inspiración. Con motivo del aniversario, los kurdos y sus amigos celebraron una manifestación en Helsinki bajo el lema "Loppu sodalle - solidaarisuutta kurdeille" [Fin de la guerra - solidaridad con los kurdos]".  

Unas 150 personas se reunieron para celebrar el aniversario de la revolución de Rojava y protestar por la actual acción militar del ejército turco en la región de AANES y el sur del Kurdistán, en el norte de Irak. La reciente decisión del gobierno finlandés de reabrir el comercio de armas y firmar la definición de terrorismo de Turquía, que criminaliza no sólo al PKK sino a todos los que se solidarizan con la lucha de liberación del Kurdistán, fue otra de las causas de la concentración.

Como dijo un orador del NCDK: "El gobierno finlandés ha vendido a los kurdos con el despreciable contrato de la OTAN que hizo con Turquía".

Un orador de la red de Solidaridad Kurda dijo que este acto servía para recordar que hay que mantenerse unidos, alto y fuerte, y no dejar que el Estado finlandés introduzca una cuña en el movimiento.

También intervinieron representantes del Partido Comunista de Irán, de la Alianza Comunista de Irak, del grupo anarquista con sede en Helsinki A-ryhmä, de la campaña Boicot a Turquía, y Paavo Arhinmäki, de la Alianza de Izquierda, así como los activistas de derechos humanos Gashaw Bilbani y Paco Diop.

Los manifestantes exigieron que Finlandia no permita ningún tipo de exportación de armas a Turquía, ni criminalice ni extradite a los activistas kurdos, ni deporten a Turquía a los solicitantes de asilo, sino que pidan al gobierno finlandés que reafirme su posición del lado de los movimientos democráticos y los derechos humanos.

Los manifestantes marcharon por el centro de Helsinki al ritmo de los tambores del grupo Rhytms of Resistance, y exigieron la retirada de la lista del PKK. 

La protesta terminó con música kurda y bailes en la escalinata de la plaza del Senado, con buena energía y votos para continuar la lucha.