El periodista Necmettin Salaz, fallecido el 14 de octubre en un hospital de Sulaymaniyah, fue enterrado en su lugar natal, Van, tras el traslado de su cuerpo desde la región del Kurdistán iraquí al territorio turco, que tardó más de lo previsto debido a obstáculos burocráticos. El periodista kurdo, fallecido a los 65 años a consecuencia de una cirrosis hepática, vivía desde hacía diez años en el Kurdistán del Sur (norte de Irak) tras sufrir una persecución política en Turquía.

El cuerpo fue llevado el miércoles por la mañana a la morgue del cementerio de Akköprü, en el distrito central de Tuşba, y fue recibido por una gran multitud, entre ellos numerosos representantes de los medios de comunicación, entre ellos Serdar Altan, co-presidente de la Asociación de Periodistas de Dicle-Firat (DFG), representantes de organizaciones de la sociedad civil y del HEDEP (Partido por la Igualdad de los Pueblos y la Democracia) y el DBP (Partido de las Regiones Democráticas). Tras una oración en la Mezquita de Boyalar, el féretro fue trasladado a la tumba. Como el cementerio estaba acordonado por la policía, sólo los familiares pudieron asistir al funeral.

Necmettin Salaz trabajó para los medios de comunicación kurdos libres durante cuarenta años. Nació en Van en 1958 y se graduó como profesor en el instituto de educación local en 1979. Había estado cercano a los movimientos kurdos de izquierda desde mediados de los años 1970 y fue arrestado varias veces. Después del golpe militar de 1980, pasó casi cinco años en la famosa prisión de torturas de Amed (tr. Diyarbakir). Después de eso, fue excluido de por vida del servicio público y ya no pudo trabajar como profesor. Antes de que se prohibiera el partido kurdo HADEP, era asesor en el municipio de Van.

Salaz presentó el programa Başûr Gündemi (Agenda del Kurdistán del Sur) en Medya Haber TV y fue autor de numerosos artículos y libros sobre Kurdistán. Debido a su enfermedad, llevaba mucho tiempo recibiendo tratamiento médico.