Con total impunidad, los guardias fronterizos iraníes han vuelto a atacar a los transportistas de carga en la frontera.
Según Kolbarnews, las fuerzas del régimen iraní atacaron el jueves a los kolbars (transportistas de carga por salario diario) en la región fronteriza de Henge Zal, cerca de la ciudad de Bane en la provincia de Sine (Sanandaj), Kurdistán oriental.
El ataque se cobró la vida de uno de los kolbars, que fue identificado como Hadi Xizri.
Según Kolbarnews, otro kolbar fue torturado por guardias fronterizos iraníes el 11 de agosto. El kolbar, Raza Ebdulahi, de la aldea de Tawaguz, cerca de la ciudad de Salasi, habría sufrido una herida grave en la cabeza.
La tragedia de los kolbars
Kurdistán Oriental se ha hunde cada vez más en la pobreza a lo largo de los años debido a las políticas deliberadas del régimen iraní y hoy es una de las regiones más pobres de Irán. En comparación con otras regiones, el área ha experimentado una inversión significativamente menor y el desarrollo se ha frenado deliberadamente. No se permitió que la agricultura y la industria se desarrollaran y, como resultado, el desempleo aumentó, siendo el más alto de todo Irán.
Frente a políticas de discriminación, opresión y empobrecimiento, transportar mercancías de contrabando no es una opción, sino una necesidad para la supervivencia.
Kolbar proviene de las palabras kurdas, "kol" (espalda) y "bar" (carga). Los kolbars se ganan la vida llevando cargas a lo largo de la peligrosa línea fronteriza. Entre sus cargas se incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, paños, artículos para el hogar, té y rara vez alcohol. Caminan por un terreno peligroso para continuar este comercio entre el sur y el este de Kurdistán. Los productos que traen se venden a precios elevados en Teherán, pero los kolbars que arriesgan sus vidas por ellos reciben un pago muy modesto.
Los intermediarios que toman las entregas y encuentran compradores en las ciudades se llaman kasibkars.
Kolbars y kasibkars tienen entre 13 y 70 años. Algunos solo terminaron la escuela primaria, mientras que otros son graduados universitarios. Llevan cargas, porque no encuentran otro empleo. En los últimos 5 años, unos 300 kolbars y kasibkars fueron asesinados a sangre fría. No hay estadísticas absolutas disponibles para las muertes.