Un incendio forestal a gran escala se extiende sin control en una enorme zona en el Kurdistán Norte entre Mardin y Amed. Al menos siete personas han muerto ya y decenas han resultado heridas.

Los primeros en responder al incendio fueron personas que acudieron a la zona con vehículos como tractores, afirmando que la intervención de las autoridades era insuficiente. El distrito de Kelekê, limítrofe con el de Tobinî, también resultó muy dañado por el fuego. Se supo que Şeyhmus Demir, Resul Yılmaz, Rezan Yılmaz y Mezel Demir, que fueron a apagar el incendio desde el barrio, perdieron la vida. Tenían entre 17 y 20 años. Hasan Demir, uno de los heridos, tuvo que ser enviado a Urfa para recibir tratamiento.

Los co-presidentes del Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM), Tülay Hatimoğulları y Tuncer Bakırhan, solicitaron intervención aérea ante la propagación incontrolada del fuego: «Las intervenciones terrestres son insuficientes para el incendio que se prolonga desde hace horas. Debe llevarse a cabo una intervención aérea con mucha urgencia. Si es necesario, se debe obtener apoyo internacional para evitar que el fuego se propague lo antes posible».

Aunque las peticiones de intervención desde el aire continuaron durante toda la noche, un helicóptero entre los dos barrios vertió el agua tomada de la presa de Göksu sobre los fardos de heno una vez controlado el incendio, pasadas las 5 de la mañana. Los equipos de la AFAD también llegaron tarde a la región.

Según el gobernador de Amed, Ali Ihsan Su, a primera hora de la tarde del jueves se declaró un incendio de rastrojos en una aldea cercana a Mazıdağı. Luego se propagó rápidamente por los asentamientos vecinos y se convirtió en un gran incendio forestal.

Según Su, además de los bomberos, la Dirección de Bosques, el UMKE (Equipo Nacional de Rescate Médico), la Agencia de Protección Civil Afad y la Gendarmería también están de guardia para luchar contra las llamas, utilizando, entre otras cosas, cañones de agua. El alcalde Uçuk criticó el hecho de que los aviones de extinción de incendios solicitados para la noche no hubieran sido aprobados durante horas por los gobernadores de ambas provincias. Un helicóptero de extinción de incendios no despegó por primera vez hasta alrededor de las 2 de la madrugada, hora local.

El ministro turco de Sanidad, Fahrettin Koca, declaró: «Cinco personas perdieron la vida en el incendio que se propagó en el distrito de Köksalan y la aldea de Yazçiçi en el distrito de Çınar, en Diyarbakır, y en las aldeas de Yücebağ y Yetkinler en el distrito de Mazıdağı, en Mardin, y 44 personas resultaron afectadas por el fuego, 10 de ellas de gravedad.»

Se han quemado cosechas de trigo y maíz en un área de aproximadamente 50 hectáreas entre los dos barrios. También han muerto quemados miles de animales entre ambos barrios.

El co-presidente del Partido de las Regiones Democráticas (DBP), Keskin Bayındır, diputados del Partido DEM y alcaldes esperan sobre el terreno junto a los ciudadanos y ciudadanas afectados. Los co-alcaldes metropolitanos Ayşe Serra Bucak Küçük y Doğan Hatun, que acudieron a la zona del incendio, visitaron a los heridos que recibían tratamiento en el hospital.

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