Los lagos y los ríos se están secando en Turquía. Además del cambio climático, la construcción de presas, la irrigación extrema y una política agrícola equivocada contribuyen a este fenómeno. Una de las provincias del territorio turco afectadas por la política medioambiental del AKP es Van. El nivel de agua del lago Van ha disminuido y el lago Sixkê, en el distrito de Ipekyolu, ha desaparecido en gran medida. Los expertos señalan que las catástrofes naturales van de la mano del creciente número de centrales hidroeléctricas y presas de los últimos años.

El activista medioambiental Vahap Işıklı, del Movimiento Ecológico de Mesopotamia, explica que el lago Van tiene doce afluentes: "En los dos últimos años, sin embargo, ha habido una gran sequía. El nivel del agua ha bajado mucho. Se están construyendo presas en nuestra zona. Hasta 2023 se construirán 150 presas subterráneas. En Turquía, la sequía ha aumentado drásticamente. Cada vez llueve menos. Los manantiales subterráneos se están secando y los lagos también. Hay que tomar medidas urgentes".