La guerrillera Nûda Tolhildan (Ceylan Tekin) hace un llamamiento a sus padres, que se concentran con otras familias frente a la sede del HDP en Amed (Diyarbakir) a instancias del Estado turco. La combatiente de la guerrilla YJA-Star señala que esa acción es una puesta en escena del Estado turco en el marco de la guerra especial.
La guerrillera de YJA-Star ha explicado lo siguiente:
“Nuestros familiares son engañados y llevados frente a la sede del HDP. Esto ocurre bajo el control del enemigo. En la radio, escuché por casualidad la voz de mi propia madre hablándome en el idioma del enemigo.
Mi primera reacción fue de ira. Ese fue mi primer reflejo cuando la escuché decir con voz llorosa lo que el enemigo le había inculcado. Después de pensar en el enemigo y en la conciencia patriótica que existía en nuestra familia, comprendí que mis padres habían sido engañados. Por eso, quiero dirigir este mensaje especialmente a mi madre, pero también a todas las demás familias instrumentalizadas de allí: vuestros hijos han venido aquí por su propia voluntad. El PKK es un movimiento de liberación. Nadie está obligado a unirse al PKK.
Los que no están a la altura de esta vida no pueden quedarse. Los padres deben saber esto: si sus hijos luchan en el PKK, significa que tienen una fuerte voluntad. Significa que están vinculados al Rebe Apo [Abdullah Öcalan] y a los mártires. Están unidos a su propio pueblo y decididos a luchar por un gran objetivo. Las familias deben ser conscientes de ello. Sus hijos muestran una actitud honorable. Deben estar orgullosas de que sus hijos se unan al movimiento por su propia voluntad y luchen durante años. Que dejen que el Estado los utilice no es adecuado”.
‘Lucho porque amo a mi madre’
Nûda Tolhildan quiere que su madre esté orgullosa de su hija, que lucha en las filas de la guerrilla por la libertad de su pueblo, de su familia y de todas las mujeres. Dice que esto es válido para todos los padres: “Ir a las montañas, vivir y luchar aquí, involucrarse con la filosofía de Rebêr Apo y estar conectado con los mártires es una forma de vida completamente diferente. Es una vida fuera del sistema sucio y reaccionario. Es una forma de vida alternativa con la que se crea algo nuevo. En mi opinión, todas las familias deberían pensarlo así”.
‘El Estado ha fracasado’
El Estado turco intenta instrumentalizar a los familiares porque no está teniendo éxito en la guerra contra la guerrilla, explica Nûda. “La reestructuración de la guerrilla y los cambios tácticos desempeñan un gran papel en nuestra lucha contra el Estado turco. El Estado nos hace la guerra todos los días. El PKK lleva luchando más de cuarenta años, pero en el Kurdistán se está produciendo un genocidio desde hace más de noventa. Tras décadas de aniquilación y negación, el PKK consigue ahora infligir grandes pérdidas al segundo ejército más grande de la OTAN.
Esto desencadena una gran ira y agresión por parte del enemigo. Debido a sus derrotas, ahora prueba a las familias. Lo que no consigue hacer a los guerrilleros, lo intenta hacer a las familias en represalia. Las familias deben ser consciente de esta realidad. Deben ser conscientes de que el Estado se está vengando de los guerrilleros a través de ellos. Los que siguen a Rebe Apo no viven sin objetivos. Como sus militantes, siempre perseguimos grandes metas.
Vuelvo a apelar a mi madre y a los demás padres: debéis tomar conciencia y ver la verdadera cara del enemigo. No caigáis en sus trucos sucios. El Estado quiere vengarse de nosotros. Su política es utilizar a los kurdos contra los kurdos. No os involucréis en esto. Adoptad una postura patriótica hacia el PKK y la lucha de liberación”.
‘Me uní al PKK por mi propia voluntad’
En cuanto a su decisión de unirse al PKK, Nûda Tolhildan cuenta: “Mi participación en la guerrilla fue una decisión consciente. No podía vivir dentro de este sistema. No era aceptable para mí. Hay muchos jóvenes con nosotros que han estudiado. Eran abogados o tenían otras profesiones, pero si decían una sola palabra sobre la cuestión kurda y exigen sus derechos, se les amenazaba inmediatamente con la cárcel. Yo era consciente de ello. Tenemos la alternativa de responder al enemigo con el arma de la libertad en la lengua que ellos entienden. Eso es lo que me llevó a tomar la decisión de unirme a la guerrilla”.
No es demasiado tarde para que los padres que se dejan instrumentalizar por el Estado reconozcan su error y lo corrijan, añade Nûda. “Todo el mundo puede cometer errores. El Estado se aprovecha de las respectivas debilidades de las familias para utilizarlas a su favor. Es importante darse cuenta de ello y cambiar de actitud. Los que quieren a sus hijos deben apoyar su lucha. Nadie debe olvidar que lo que hacemos aquí es por amor a nuestras familias y a nuestro pueblo”.