Otro kolbar fue asesinado por las fuerzas iraníes
Los kolbars y kasibkars son atacados sistemáticamente por las fuerzas de seguridad iraníes y turcas. Cada año, decenas de ellos son asesinados sin que se tomen medidas punitivas.
Los kolbars y kasibkars son atacados sistemáticamente por las fuerzas de seguridad iraníes y turcas. Cada año, decenas de ellos son asesinados sin que se tomen medidas punitivas.
Según Kolbarnews, las fuerzas del régimen iraní mataron a un kolbar en la zona fronteriza de Derewan, en la ciudad de Marivan (Merîwan). Se llamaba Ferit Wetenî Resul, era padre de tres hijos y provenía de la aldea de Nishkash en Merivan.
El 1 de octubre, las fuerzas iraníes abrieron fuego contra un grupo de kolbars en la zona fronteriza de Hawraman, situada dentro de las provincias de Kurdistán y Kermanshah en Kurdistán Oriental (Rojhilat).
El ataque cerca de la aldea de Darki en la región de Tete dejó un kolbar muerto y un número indeterminado de kolbares heridos.
Según un balance publicado por Kobarnews el 1 de abril, al menos 536 kolbars murieron y otros 1.249 resultaron heridos por las fuerzas iraníes en la zona fronteriza entre el sur y el este de Kurdistán (Irak-Irán) en los últimos 10 años. Sólo en 2022, 43 kolbars murieron y otros 215 resultaron heridos.
Según la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), al menos dos kolbars murieron y otros diez resultaron heridos en las zonas fronterizas occidentales del país en septiembre. En el mes anterior, agosto, al menos cuatro kolbars murieron y 16 resultaron heridos en las zonas fronterizas occidentales de Irán. De ellos, 18 fueron baleados por guardias fronterizos iraníes y uno murió tras ser atropellado por un vehículo militar de las fuerzas fronterizas. Además, un kolbar resultó herido tras recibir disparos de las fuerzas fronterizas iraquíes en la frontera choman de Baneh el 7 de agosto.
Los kolbars y kasibkars son atacados sistemáticamente por las fuerzas de seguridad iraníes y turcas. Cada año, decenas de ellos son asesinados sin que se tomen medidas punitivas. Además de los ataques sistemáticos, los kolbars luchan por ganarse la vida en condiciones climáticas adversas, ubicaciones geográficas peligrosas y minas.
Kolber o "kolbar" se deriva de las palabras kurdas "kol" y "bar". Kol significa "atrás", bar significa "cargar". Los kolbars se ganan la vida transportando mercancías a sus espaldas a través de fronteras peligrosas. Entre los bienes que transportan se incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, mantas, artículos para el hogar, té y, raramente, bebidas alcohólicas. Tienen que pasar por carreteras peligrosas entre el Kurdistán del Sur y el Kurdistán del Este. Los bienes traídos se venden a precios relativamente altos en centros comerciales como Teherán. Sin embargo, los kolbars que transportan mercancías a costa de sus vidas reciben un salario muy pequeño.
Kasibkar se refiere a aquellas personas que reciben los bienes que los kolbars llevan al Kurdistán del Sur y encuentran compradores en las ciudades.