Después de que un tribunal turco de la ciudad suroriental de Diyarbakır declarara el jueves al fotoperiodista Abdurrahman Gök culpable de hacer propaganda terrorista, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) emitió una declaración de condena.
“Las autoridades turcas no deben luchar contra la apelación del fotoperiodista Abdurrahman Gök y deben dejar de perseguir casos de terrorismo inventados contra los miembros de la prensa”, dijo Gulnoza Said, coordinador del programa de Europa y Asia Central del CPJ en Nueva York. “La cobertura de Gök del asesinato de un civil por parte de las fuerzas de seguridad en 2017 ha dado lugar a años de acoso oficial. Turquía debe permitir que los periodistas hagan su trabajo sin el temor a sufrir este tipo de represalias”.
El jueves 30 de junio, la 5ª Sala del Tribunal de lo Penal de Diyarbakir declaró a Gök culpable de hacer propaganda del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y lo condenó a 18 meses y 22 días de prisión, dejándolo en libertad a la espera de su apelación. Según los informes, el tribunal también absolvió a Gök de un cargo de pertenencia a un grupo prohibido.
El caso se derivó del trabajo de Gök como editor de la ahora cerrada Agencia de Noticias Dicle, de tendencia pro-kurda, en 2017, cuando fotografió a agentes de policía disparando y matando a un joven.
Según el propio Gök, las pruebas contra él consisten en sus fotografías del tiroteo así como en “notas para reportajes, conversaciones telefónicas mantenidas con fuentes de noticias, libros de mi casa, [y] recortes de periódicos que guardé por razones de archivo”, tal y como dijo en una entrevista en marzo. Las autoridades también investigaron sus publicaciones en las redes sociales en un caso separado que se fusionó con su juicio por terrorismo en enero.
Las fotografías de Gök del tiroteo se utilizaron como prueba en el juicio contra el agente implicado, y Gök ganó un premio de periodismo local por ellas ese mismo año. La policía allanó su casa poco después de la publicación de las fotos en 2017, deteniéndolo junto a otros periodistas durante tres días a finales de 2018, y luego lo acusó de pertenencia a un grupo terrorista y de propaganda.
El CPJ ha enviado un correo electrónico a la oficina del fiscal jefe de Diyarbakır para pedirle explicaciones, pero no ha recibido ninguna respuesta.
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