Besê Erzincan, miembro de la Comunidad de Mujeres del Kurdistán (KJK), ha comentado a ANF los actuales acontecimientos políticos. Ha afirmado que el pueblo kurdo, incluidas las mujeres y los jóvenes, está atravesando un momento difícil y crítico. Ha dicho que un nuevo amanecer en la lucha de liberación sólo será posible de forma organizada. Y que para ello, hay que ver las posibilidades por las que ya se ha luchado. Besê Erzincan ha llamado a radicalizar la lucha en este sentido: “Estamos en un momento en el que tenemos que desarrollar la resistencia organizada”.
En la extensa entrevista, Besê Erzincan también ha hablado de los últimos acontecimientos en Afganistán: “Estados Unidos se ha retirado de Afganistán y ha dejado el país en manos de los talibanes. La razón aducida es su propia debilidad y sus dificultades económicas, pero en realidad el plan es debilitar a Estados como Rusia, China e Irán enfrentándose a los talibanes. El objetivo es Irán. De este modo, se pretende crear un nuevo orden mundial. Las mujeres afganas y toda la población están siendo sacrificadas en esta guerra por nuevos equilibrios de poder”.
Besê Erzincan ha recordado que el principal eslogan durante la ocupación estadounidense de Afganistán fue la libertad de las mujeres. “Ahora se ha conseguido exactamente lo contrario. Estados Unidos no ha sido capaz de aplicar sus planes en Afganistán, y sus políticas tampoco han permitido que se desarrollen fuerzas alternativas de libertad. Al final, la sociedad y especialmente las mujeres han sido entregadas a los talibanes, una de las fuerzas más reaccionarias del mundo”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha distinguido sobre todo por sus declaraciones sobre los derechos de la mujer y ha dado a las mujeres un gran espacio en su gabinete, ha continuado señalando Besê Erzincan: “Sin embargo, no existe un movimiento organizado de mujeres de base en Estados Unidos. No existe una organización amplia que defienda la fuerza, los colores y el pensamiento de las mujeres sobre la base de los principios democráticos y la participación. No hay consejos de mujeres que controlen y den dirección a las mujeres incluidas en el gobierno. Por lo tanto, que algunas mujeres hayan asumido ciertos roles dentro del sistema sigue siendo un acto individual y simbólico. La explotación de las mujeres sigue siendo el núcleo esencial del sistema. Hoy en día, muchos movimientos de mujeres cuestionan el sistema en el que se incluye a las mujeres de forma individual en el poder y, por lo tanto, se asemejan más a los hombres”.
Con la misma mentalidad patriarcal, Afganistán ha quedado en manos de los talibanes, ha explicado Besê Erzincan: “Las mujeres tienen que centrarse en lo que significa realmente la liberación de la mujer. Tener expectativas respecto a Estados Unidos es estar atado a Estados Unidos y, por tanto, a los hombres. En su lugar, las mujeres deben desarrollar sus propias estructuras organizadas, un sistema de autodefensa y alianzas femeninas. Las mujeres deben tomar sus propias decisiones en todos los ámbitos de la vida y establecer su propio sistema para satisfacer sus demandas. En este sentido, Rojava es un buen modelo a seguir. Al igual que las YPJ de Rojava, las mujeres de Afganistán y de toda la región deben conseguir establecer su propio sistema. Las mujeres kurdas y afganas deben luchar juntas y aprender unas de otras. Los movimientos de mujeres de Rojhilat [Kurdistán oriental/ Irán occidental] también deben desempeñar un papel importante en este sentido”.