El Consejo de Mujeres del Norte y Este de Siria emitió una declaración sobre el reciente informe publicado por la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria. En el mismo se describen las continuas violaciones y abusos cometidos por casi todos los actores del conflicto que controlan el territorio de Siria.
El informe destaca un aumento en los patrones de abusos selectivos, como asesinatos, violencia sexual y de género contra mujeres y niñas, y saqueos o apropiación de propiedad privada, con matices sectarios. El sufrimiento de los civiles es una característica constante y personal de esta crisis.
En Afrin y sus alrededores, el informe documenta cómo el Ejército Nacional Sirio respaldado por Turquía cometió los crímenes de guerra de toma de rehenes, tratos crueles, tortura y violación. En la misma región, decenas de civiles resultaron muertos y mutilados por grandes artefactos explosivos improvisados, así como durante bombardeos y ataques con cohetes.
En particular, el informe informó: "Desde 2019, las mujeres kurdas de las regiones de Afrin y Ra's al-Ayn [Serêkaniyê] se han enfrentado a actos de intimidación por parte de miembros de la brigada del Ejército Nacional Sirio, generando un clima de miedo generalizado que, de hecho, las ha confinado en sus hogares. Las mujeres y las niñas también han sido detenidas por combatientes del Ejército Nacional Sirio y sometidas a violaciones y violencia sexual, lo que ha causado graves daños físicos y psicológicos a nivel individual, así como a nivel comunitario, debido al estigma y las normas culturales relacionadas con las ideas de ´Honor femenino´”. Además, durante el período que se examina, se documentaron casos de violencia sexual contra mujeres y hombres en un centro de detención en Afrin.
La Comisión también recibió informes de matrimonio forzado y secuestro de mujeres kurdas en Afrin y Ra's al-Ayn [Serêkaniyê], que involucró principalmente a miembros de la División 24 (la Brigada Sultan Murad) del Ejército Nacional Sirio.
En su declaración publicada hoy, el Consejo de Mujeres del Norte y Este de Siria señaló que “el informe proporcionaba documentación sobre crímenes y violaciones sistemáticos cometidos por el Ejército Nacional Sirio. Los mismos equivalen a crímenes de guerra como asesinato, tortura, secuestro, violación, desplazamiento, saqueo de bienes, aniquilación de monumentos culturales y destrucción de lugares de culto e instalaciones de la vida pública. Merece atención por documentar casos de violencia, asesinatos y prácticas atroces cometidas en esas áreas, y en Siria en general”.
“Los crímenes cometidos contra las mujeres en las áreas ocupadas por Turquía y sus mercenarios indican el ataque sistemático contra las mujeres en general y las mujeres kurdas en particular con el fin de quebrantar su voluntad y eliminar su lucha que lleva más de diez años. Esta lucha ha coronado muchos de los logros y logros alcanzados sobre el terreno porque estos logros son un derecho de todas las mujeres en todas partes del mundo”, dijo el comunicado.
El Consejo señaló que valora mucho los esfuerzos internacionales realizados para exponer los crímenes de Turquía y las facciones asociadas con ella y agregó: “Exigimos que el Estado turco sea considerado directamente responsable de estos crímenes y se confirme que estas violaciones se están tomando lugar bajo la dirección del estado de ocupación turco".
El Consejo señaló que los intentos del Estado turco de cambiar la demografía de las regiones kurdas se hicieron claramente visibles con la expulsión de la población kurda y el asentamiento de familias de facciones mercenarias en sus hogares y tierras.
El Consejo exigió a la comunidad internacional con todos sus órganos e instituciones interesados que responsabilicen a los autores de estos crímenes y los lleven ante los tribunales internacionales para recibir una sanción por sus crímenes.
“También exigimos a la comunidad internacional que presione al estado de ocupación turco para que se retire de los territorios sirios que ha ocupado en flagrante violación de la legitimidad internacional y sin ninguna justificación. Esto permitirá que los desplazados internos en los campamentos de refugiados regresen a sus hogares y tierras de los que fueron desplazados por la fuerza, lo que contribuirá a detener el derramamiento de sangre que ha continuado durante años y que ha producido tragedias y desastres que ha sufrido el pueblo sirio”, concluyó el Consejo.