Hablando en el 12º aniversario del asesinato de Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez en París el 9 de enero de 2013, la diputada del Partido DEM, Halide Türkoğlu, dijo a ANF que la Masacre de París no fue sólo un ataque contra el pueblo kurdo, sino también un ataque dirigido contra el movimiento por la libertad liderado por mujeres.

Un ataque multidimensional contra la lucha por la libertad

Halide Türkoğlu describió la Masacre de París no como un ataque aislado, sino como un asesinato calculado de dimensiones internacionales: "La masacre de París fue un ataque multidimensional contra la lucha del pueblo kurdo por la libertad. En aquel momento había un proceso de negociación en curso, y este atentado planificado pretendía hacerlo descarrilar".

Türkoğlu también considera que cabe analizar las motivaciones detrás del asesinato y no solo a sus autores materiales: "Al examinar la masacre de París, la atención no debe centrarse únicamente en los autores, sino también en las razones que motivaron el atentado. Sakine Cansız fue una de las figuras simbólicas de la lucha de liberación de las mujeres kurdas. Como miembro fundador del movimiento kurdo, lideró la resistencia durante muchos años. Fidan Doğan asumió importantes funciones en la diplomacia, y Leyla Şaylemez desempeñó un papel activo en las luchas juveniles. Atacar a estas tres mujeres significaba golpear directamente a los pilares fundacionales del movimiento kurdo por la libertad".

Türkoğlu afirmó que la masacre buscaba debilitar la moral y la motivación de la lucha del pueblo kurdo, subrayando que también era un ataque contra el movimiento de mujeres. "La lucha por la libertad de las mujeres kurdas ocupa un lugar vital no sólo para el pueblo kurdo, sino también para los movimientos de mujeres de todo el mundo. Por esta razón, todos los movimientos de mujeres, y en particular las mujeres kurdas, deben exigir responsabilidades por esta masacre. Como Asamblea de Mujeres del Partido DEM, Movimiento de Mujeres Libres (TJA) y Movimiento de Mujeres Kurdas, no nos limitamos a conmemorar a las víctimas el 9 de enero, sino que seguimos ampliando la lucha", aseveró.

El asesinato formaba parte de un plan internacional

Türkoğlu afirmó que el pueblo kurdo lleva años luchando para descubrir la verdad que se esconde tras la masacre de París. Hizo hincapié en que el asesinato no fue orquestado únicamente por Turquía, sino que en él participaron potencias internacionales, y añadió: "Sabemos que la lógica de los Estados-nación está detrás de este crimen. Pero las fuerzas de la modernidad capitalista también desempeñaron un papel importante en este asesinato. Un crimen de tal envergadura no puede llevarse a cabo sin la cooperación internacional entre Estados». El gobierno francés intentó cerrar el caso con una sola detención en lugar de desenmascarar a los que dieron la orden, y se hicieron esfuerzos para encubrir la masacre".

Türkoğlu continuó señalando que apuntar a mujeres políticas fue una elección deliberada del régimen turco, y añadió: "Las mujeres siempre han estado al frente de las luchas por la libertad. Por este motivo, los sistemas hegemónicos pretenden acabar con la resistencia social atacando a las mujeres. El asesinato de mujeres que lideran luchas por la libertad y la igualdad en todo el mundo no es una coincidencia. La impunidad que rodea a estos asesinatos forma parte de un esfuerzo internacional por legitimar tales actos. Sabemos que estos asesinatos son un método de guerra especial y, bajo cualquier circunstancia, continuaremos nuestra lucha".

El segundo genocidio de Dersim

Türkoğlu subrayó que la Masacre de París ocurrió durante un período de negociaciones de paz, y dijo: "La Masacre de París se llevó a cabo en un momento en que la política democrática estaba ganando fuerza. En aquel momento, el Sr. Öcalan se refirió a esta masacre como 'el segundo genocidio de Dersim'. Esto se debe a que el ataque tuvo lugar durante un período en el que el Estado estaba activando sus políticas genocidas. El objetivo de Sakine Cansız era socavar las negociaciones de paz de la época. Cuando el proceso de paz terminó, fuimos testigos de cómo el Estado cambiaba a un concepto de guerra".

Finalmente Türkoğlu concluyó la entrevista con un mensaje tanto para los perpetradores de la masacre como para aquellas personas que apuestan por el triunfo de la libertad: "Los asesinatos políticos nunca deben legitimarse bajo ninguna circunstancia, y el pueblo debe adoptar una postura firme contra este tipo de atentados. La masacre de París formaba parte de la política del AKP-MHP que tenía como objetivo deliberado a las mujeres políticas. Pretendían intimidar al pueblo kurdo y a las mujeres. Sin embargo, esta lucha continuó en Rojava y ahora se ha convertido en un movimiento internacional por la libertad. El movimiento de mujeres kurdas ha traspasado las fronteras locales y ha establecido una trayectoria revolucionaria. Garantizaremos el éxito de esta revolución y exigiremos responsabilidades a los autores de estas masacres".