La Asamblea de Mujeres del HDP ha emitido una declaración sobre la muerte en prisión de Garibe Gezer.
La declaración dice lo siguiente: “Bajo el gobierno del AKP, casi todas las instituciones turcas, y especialmente las prisiones, están cometiendo crímenes y despreciando tanto la ley como la dignidad humana. Las cárceles turcas se han convertido en centros de tortura y malos tratos. Estas prácticas inhumanas, especialmente cuando se aplican a los presos políticos, afectan profundamente a la conciencia humana. Un ejemplo especialmente angustioso y preocupante es la muerte, el 9 de diciembre, de una presa política kurda, la señora Garibe Gezer, en la prisión de alta seguridad de Kandıra. La dirección de la prisión afirma que se quitó la vida, pero tanto su hermana como su abogado lo han rebatido. Antes de su muerte, Garibe Gezer había sido sometida a graves torturas por parte de los guardias de la prisión”.
El comunicado añade: “Garibe Gezer fue trasladada de la prisión de Kayseri a la de Kandıra el 15 de marzo de 2021. A su llegada, fue aislada en una celda durante 22 días. Luego fue trasladada, a petición suya, a una celda de tres personas, pero, el 21 de mayo, se le dijo que tendría que volver a una celda individual. Cuando se opuso, las guardias la arrastraron al suelo mientras le sujetaban el pelo y los brazos. Le quitaron el shalwar (un tipo de pantalón) y la hicieron desfilar deliberadamente delante de los guardias masculinos.
La obligaron a entrar en una celda, y cuando protestó golpeando la puerta, los guardias entraron y la golpearon a ella. Le dijeron que si seguía golpeando la puerta, la meterían en una celda acolchada. El 24 de mayo, ocho guardias acudieron a su celda para golpearla. Las guardias le doblaron las manos y los guradias le pisaron el cuello con sus botas.
Luego la llevaron a una celda acolchada. En la puerta de la celda le quitaron la ropa. La registraron y la agredieron sexualmente. También la maltrataron en la enfermería y le negaron tratamiento médico. Tras estos traumáticos sucesos, la volvieron a encerrar en una celda solitaria. Debido a la violencia sexual, Garibe Gezer intentó quitarse la vida”.
El comunicado continúa: “El 7 de junio, intentó prender fuego a su celda y volvió a ser encerrada en la celda acolchada durante 24 horas. En una conversación con su familia, informó de que había recibido un castigo de cinco días de aislamiento y que se estaban llevando a cabo otros procedimientos disciplinarios contra ella. Algunas de sus cartas fueron censuradas y otras no fueron enviadas. Aunque estas quejas y denuncias se conocen desde hace tiempo, la Fiscalía no ha iniciado ninguna investigación ni ha tomado medidas contra los responsables. El 27 de octubre, 22 diputadas del HDP llevaron el caso de Garibe Gezer al Parlamento y pidieron una investigación, pero tampoco consiguieron que las autoridades tomaran las medidas necesarias”.
La Asamblea de Mujeres del HDP subraya que “la principal responsabilidad de la muerte de Garibe Gezer recae en el gobierno del AKP, que ha normalizado la tortura y los malos tratos en las cárceles de Turquía. La política del gobierno es simplemente encubrir, e incluso fomentar, los crímenes cometidos en las instituciones que operan bajo su control. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, a todos los demócratas y especialmente a las organizaciones de mujeres para que alcen la voz contra las prácticas inhumanas y los crímenes que se están cometiendo en las cárceles de Turquía”.