La activista kurda Warisha Moradi, que se encuentra en la prisión de Evin de Teherán, inició una huelga de hambre indefinida el 10 de octubre, Día Mundial contra la Pena de Muerte, para protestar contra la pena de muerte en Irán y su propia detención prolongada.
Warisha Moradi, también conocida como Ciwana Sine, fue detenida el 1 de agosto de 2023 durante un control policial cerca de su ciudad natal de Sine (Sanandaj) y llevada a un lugar desconocido. La judicatura del régimen iraní la acusa de "enemistad hacia Dios" y "rebelión armada contra el Estado". Las acusaciones están relacionadas con la pertenencia de Moradi al KJAR, la organización paraguas del movimiento de mujeres kurdas en Irán, y su compromiso con las cuestiones de las mujeres y el feminismo. Teherán considera al KJAR una "organización terrorista separatista" porque se dice que forma parte del Partido por una Vida Libre en el Kurdistán (PJAK).
La Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR) publicó una declaración pidiendo solidaridad con Warisha Moradi, afirmando lo siguiente:
“La Tercera Guerra Mundial continúa en Oriente Medio en diferentes etapas. Esta guerra continúa con la abolición de los límites morales por parte de los Estados-nación que no reconocen fronteras. Estas guerras representan la ausencia de democracia como expresión del derramamiento de sangre y el sufrimiento de los pueblos de la región, especialmente de las mujeres. El fascismo en la región y sus consecuencias son sólo un genocidio.
El régimen iraní es uno de los Estados-nación que desde hace años intenta silenciar a la oposición interna y librar una guerra que se ha extendido fuera del país. Esta política es la representación de una mentalidad completamente dominada por los hombres y su principal objetivo es la construcción del poder.
En este contexto, los intereses del Estado se anteponen a los intereses del pueblo y de las clases sociales. Este Estado, que se ve impulsado día a día por nuevas fatwas, leyes y proyectos, se basa en la discriminación de género, el nacionalismo y la religión. Su objetivo es destruir la voluntad social e imponer el silencio.
El Estado se esfuerza por asegurar su soberanía y para ello ha utilizado la violencia y el derramamiento de sangre como método. La sociedad debilitada por el gobierno ha hecho que la unidad de los pueblos y, en particular, la voz de las mujeres en las cárceles sean una fuente de temor en el seno del gobierno.
El descontento permanente y el apoyo internacional a los círculos pro libertad han intimidado aún más al régimen. Los intentos de silenciar a las fuerzas pro libertad en las cárceles y la imposición del silencio en el exterior son un intento de encubrir ese silenciamiento.
Durante el último año, la presión física y psicológica y la imposición de penas de muerte han aumentado cada día. Sin embargo, esta presión y esta tortura no tienen ningún efecto sobre las mujeres encarceladas. Nuestra compañera Warisha Moradi es una de las mujeres más destacadas encarceladas en el otoño de 2023 y actualmente se encuentra detenida en la prisión de Evin.
Nuestra compañera sufre tortura psicológica y no se le permite reunirse con sus abogados ni con su familia. Sin embargo, a pesar de la creciente presión y la tortura, intenta constantemente hacer oír su voz y la de otras presas políticas en la sociedad. En muchas ocasiones ha compartido sus cartas contra la pena de muerte en relación con Sharifah Mohammedi y Pakshan Azizi y, junto con todas las mujeres, se ha opuesto a la pena de muerte en todos los sentidos. Por este motivo, en el Día Mundial contra la Pena de Muerte, escribió una carta desde la prisión de Evin para llamar la atención sobre la situación actual y comenzó una huelga de hambre contra los ataques a los luchadores por la libertad. Dar a conocer esta acción es una necesidad para participar en la lucha mundial contra la pena de muerte y para oponerse a la política represiva del régimen iraní.
Nuestra compañera Warisha Moradi es la voz de la sociedad. Es especialmente la voz de las mujeres trabajadoras que sufren los ataques del régimen islámico de Irán todos los días, pero también la voz de todas las mujeres que luchan por la libertad. Nosotras, la Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental, hacemos un llamamiento a todas las mujeres activistas, luchadoras de la resistencia, comunidades pro libertad, organizaciones e instituciones nacionales e internacionales: apoyen a nuestra compañera y sean la voz del pueblo. No permitan que el régimen islámico de Irán encubra sus crímenes fuera del país en nombre de la guerra para poner fin a esta cruel política basada en la pena de muerte”.