Mujeres kurdas lanzan campaña “No a la ejecución, sí a la vida libre”

La Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR) lanzó una campaña internacional para detener las ejecuciones ordenadas por el Estado iraní.

En la declaración difundida, se recordó que en el año 2023, al menos 829 personas, entre ellas cinco menores, fueron ejecutadas en las cárceles de la República Islámica de Irán. “El país tiene ahora la tasa de ejecuciones per cápita más alta del mundo”, agregaron desde la KJAR.

El comienzo de esta campaña se conoce en el 14º aniversario de la ejecución de Shirin Alam Hooli y sus compañeras en la prisión de Evin. Shirin Alam Hooli  fue la mujer revolucionaria que escribió el lema “Jin, Jian, Azadi” en la pared de su celda antes de su ejecución y se convirtió en un símbolo de la vida libre.

Declaración de la campaña “No a la ejecución, sí a la vida libre”:

Como Movimiento de Liberación de las Mujeres de Kurdistán, Sociedad de Mujeres Libres de Kurdistán Oriental (KJAR) y un grupo de mujeres activistas políticas, civiles y ecologistas, creemos firmemente que la pena de muerte en cualquier circunstancia es una violación de la dignidad humana. La pena de muerte representa la negación de la vida, que es un derecho natural básico de toda persona. Esto entra en conflicto directo con nuestros principios morales y valores humanos fundamentales. La aplicación de la pena de muerte no sólo ignora este principio fundamental, sino que perpetúa un ciclo de violencia y venganza que aplasta la esencia misma de nuestra sociedad.

Creemos que la imposición de la pena de muerte, independientemente de la naturaleza del delito, las razones subyacentes o los factores motivadores, constituye esencialmente un asesinato de Estado. Esta acción punitiva sirve como mecanismo a través del cual el Estado refuerza su autoridad hegemónica sobre el pueblo. Además, la pena de muerte ignora el potencial de rehabilitación y desarrollo personal y la posibilidad de reforma, reconciliación y retorno a la sociedad. La ejecución sólo oculta las desigualdades sistemáticas causadas por el colonialismo, el patriarcado, la dominación y la explotación, que son la base del comportamiento delictivo, y no puede abordar las raíces de los delitos.

En el año 2023, al menos 829 personas, entre ellas cinco menores delincuentes, fueron ejecutadas en las cárceles de la República Islámica. La República Islámica de Irán tiene ahora la tasa de ejecuciones per cápita más alta del mundo. Desde su creación, este Estado ha vinculado su supervivencia al asesinato y la muerte, y cada vez que se enfrenta a una crisis de legitimidad, cada vez mayor, ha recurrido a un uso creciente de la pena de muerte. Los grupos oprimidos, incluidas las naciones marginadas, las mujeres y otras minorías sexuales y de género, así como las clases trabajadoras, son las principales víctimas de este castigo. A todos los presos políticos y presos conocidos por delitos comunes, especialmente los relacionados con las drogas, que constituyen más del 50% de las víctimas de ejecuciones, se les niega el acceso a un tribunal imparcial y a menudo incluso el acceso a un abogado. Esto explica por sí mismo el hecho de que la ejecución es un medio de intimidación y perpetuación del sistema patriarcal capitalista del estado-nación, que suprime constantemente cualquier resistencia y reproduce el colonialismo, la explotación y la dominación.

El gobierno de Irán ha construido una máquina de muerte con falsas acusaciones y bajo diversos títulos, entre ellos moharebeh (enemistad con dios), baghy (rebelión armada), efsad-fil-arz (corrupción en la tierra), sab-al-Nabi (insultar al profeta del islam) y zina (adulterio). La supervivencia del ŕegimen depende de este terror. Creemos que nosotras, las fuerzas que luchan por la libertad y la democracia, poseemos el poder de detener esta máquina de muerte uniendo nuestra resistencia. Con este fin, anunciamos el inicio de la campaña “No a la ejecución, sí a la vida libre” en el 14º aniversario de la ejecución de Shirin Alam Hooli y sus compañeras en la prisión de Evin. Shirin Alam Hooli -la mujer revolucionaria que escribió el lema “Jin, Jiyan, Azadî” en la pared de su celda en la prisión de Evin antes de su ejecución- es un símbolo de la vida libre, una vida que es uno de los derechos naturales básicos de todo ser humano.

Junto con la defensa de la campaña “Libertad para Warisheh Moradi”, estamos creando ahora el comité de la campaña “No a la ejecución, sí a la vida libre” y pedimos sinceramente a todas las fuerzas democráticas que luchan por la libertad que se unan a esta campaña para abolir la pena de muerte y crear un camino colectivo para unirnos unos con otros hacia la vida libre. ¡Construyamos una vida basada en los pilares de la dignidad humana, la solidaridad, la cooperación, la igualdad y la libertad!

Para sumarse a la campaña:

Email: [email protected]

X: @notexecution

Instagram: @life_not_execution

FUENTE: Rojava Azadi Madrid / Edición: Kurdistán América Latina