El 12 de agosto, la Unión de Mujeres de la Prensa (YRJ) lanzó una campaña contra la pena de muerte impuesta por el Estado iraní a la periodista y trabajadora social Pakshan Azizi y a la activista Sharifeh Mohammadi. Pakshan Azizi fue condenada a muerte el 23 de julio y Sharifeh Mohammadi el 4 de julio. Ambas mujeres fueron sometidas a graves torturas y tratos inhumanos durante las semanas que estuvieron detenidas.

Como el apoyo a la campaña aumenta día a día, la Prensa de Mujeres de Ezidxan, la Unión de Mujeres Jóvenes y el Centro Cultural y Artístico Shengal Stiya Nexşa publicaron una declaración escrita conjunta anunciando su apoyo a la campaña de las YRJ "No a la pena de muerte".

“Condenamos firmemente la sentencia de muerte del régimen iraní contra Pakshan Azizi y Sharifeh Mohammadi, que es absolutamente inaceptable. Esta decisión está dirigida contra todas las mujeres. Expresamos una vez más que ningún poder puede quebrantar la voluntad de las mujeres y detener la marcha por la libertad. La ola de revueltas de mujeres que comenzó en el Kurdistán Oriental y en Irán después del asesinato de Jina Amini y se extendió por todo el mundo ha aumentado los ataques contra las mujeres. Rechazamos firmemente todo tipo de ataques contra las mujeres. La ejecución de una mujer es uno de los métodos más crueles a los que la humanidad puede recurrir. Si la lucha de las mujeres y su búsqueda de la libertad se hubieran podido impedir con la ejecución, se habrían evitado con la ejecución de Shîrîn Elemhulî, Reyhane Jabari y muchas otras mujeres. Sin embargo, se ve que las ejecuciones solo han aumentado la ira de las mujeres, fortalecido su búsqueda de la libertad y las han hecho organizarse más contra este sistema misógino”, expresa la declaración conjunta.

La declaración agregó que: “En el período actual, cuando las mujeres de todo el mundo luchan por la libertad con el espíritu de 'Jin, Jiyan, Azadî' [Mujer, Vida, Libertad], ningún poder puede romper la voluntad de luchar. Pakshan Azizi y Sharifeh Mohammadi, dos compañeras de la marcha por la libertad, han estado luchando contra las injusticias contra las mujeres. Pakshan Azizi, como periodista, quería ser la voz de las mujeres e informar sobre sus luchas. Sharifeh Mohammadi también luchó contra todo tipo de injusticia contra las mujeres y los feminicidios. Zeinab Jalalian también fue condenada a muerte, pero la lucha unida de las mujeres hizo que el régimen iraní diera un paso atrás. Si la lucha se hubiera fortalecido y se hubiera hecho permanente, se habría abolido la cadena perpetua. Este ejemplo nos muestra que si se libra una lucha unida y se aumenta la presión pública, incluso los regímenes más represivos se verán obligados a dar marcha atrás. En este período, se espera una postura y una actitud así de todas nosotras y de todos”.

La declaración recordó que las mujeres yazidíes han sufrido mucho debido a los genocidios y que las mujeres yazidíes consideran que es un deber humanitario y moral poner fin a esta decisión.

La declaración concluye: “Como Prensa de Mujeres de Ezidxan [Tierra Yazidi], Unión de Mujeres Jóvenes, Centro Cultural y Artístico Shengal Stiya Nexşa, llamamos a todas las mujeres que caminan libremente en la línea de 'Jin Jiyan Azadî' a reaccionar contra la pena de muerte y las sanciones contra los derechos de las mujeres. Levantemos la lucha contra la sentencia de muerte dada a las camaradas Pakshan Azizi y Sharifeh Mohammadi. En este sentido, apoyamos la campaña organizada por la Unión de Prensa de Mujeres con el lema 'No a la pena de muerte'.

Una vez más, hacemos un llamamiento a todas las mujeres para que luchen en unidad contra el sistema machista y misógino. La revolución de las mujeres Jin Jiyan Azadî triunfará sin duda alguna”.