Pakhshan Azizi es trabajadora social y también trabajó como periodista. En agosto del año pasado, fue arrestada en Teherán por agentes del Ministerio de Inteligencia y fue torturada severamente, tanto física como psicológicamente, durante semanas. Actualmente se encuentra en la tristemente célebre prisión de Evin. En julio, un tribunal de la capital iraní condenó a Azizi a muerte en la horca por "rebelión armada contra el sistema".

Azizi envió una carta desde la prisión de Evin en Teherán con motivo del segundo aniversario de la muerte de Jina Mahsa Amini, una mujer kurda iraní de 22 años, que fue detenida y torturada hasta la muerte por la policía de la "moralidad" en Teherán el 16 de septiembre de 2022. La muerte de Jina Amini desencadenó una rebelión sin precedentes en Irán y el Kurdistán Oriental. Esta rebelión se denominó "Jin, Jiyan, Azadî" (Mujer, Vida, Libertad). Las fuerzas iraníes mataron a cientos de personas y arrestaron a miles durante el levantamiento. Muchas fueron ejecutadas. Los grupos de derechos humanos afirman que el gobierno iraní utiliza la pena de muerte para reprimir la protesta pública.

Azizi conmemoró a quienes perdieron la vida en el levantamiento, prometió aumentar la lucha y aseguró: “La filosofía de 'Jin, Jiyan, Azadî' es una de vida, no de muerte”.

Azizi destacó el papel pionero de la mujer en la sociedad y afirmó que es necesario redefinir el papel social del hombre. Subrayó que la verdadera felicidad y la libertad serán una ilusión si no se logra la igualdad entre hombres y mujeres y llamó la atención sobre el hecho de que el sexismo se ha convertido en un instrumento de poder y que es esencial una lucha moral y política contra este sexismo.  

Tras señalar que el siglo XXI será el siglo de las mujeres, Pakhshan Azizi afirmó que el contenido de esta revolución estará determinado por la Jineolojî, la ciencia de las mujeres desarrollada por el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.

Azizi afirmó que reformar los sistemas existentes no sería suficiente para garantizar la libertad y argumentó que este sistema debe cambiar radicalmente.

Al enfatizar que la revolución de las mujeres no es un movimiento de reforma sino una acción radical, teórica y científica, Pakhshan Azizi afirmó que a pesar del caos y el ambiente de guerra, la creencia de los pueblos en la libertad no se ha visto sacudida.

Pakhshan Azizi afirmó que cuando las mujeres desarrollen una mentalidad y un lenguaje comunes, opondrán una fuerte resistencia a la mentalidad patriarcal y a la autoridad central, y serán posibles cambios radicales e integrales. Señaló a "Jin, Jiyan, Azadî" como la fórmula para este cambio y señaló que también se debe mejorar la autodefensa basada en esta filosofía.

Pakhshan Azizi sostuvo que ignorar a las mujeres es una actitud ideológica y que se debe librar una fuerte lucha ideológica contra ella. Afirmó que las mujeres y la sociedad son objeto de ataques a través del sexismo, el cientificismo, el religiosismo y el nacionalismo y enfatizó que la naturaleza y la identidad de las mujeres no pueden ser comprendidas completamente a menos que se critiquen estos conceptos. Según Azizi, la verdadera vida en la filosofía de "Jin, Jiyan, Azadî" solo puede establecerse a través de una fuerte crítica de estos conceptos.

Pakhshan Azizi concluyó su carta de la siguiente manera: “La filosofía de Jin, Jiyan, Azadî es una filosofía de vida, no de muerte. Es una revolución científica en la que se crea la Jineolojî. Nunca debemos permitir que esta filosofía, que el pueblo abraza y en torno a la cual se agrupa, se desvíe. Jin, Jiyan, Azadî es una manera en la que debemos desarrollar una sociedad que forme la familia democrática, preserve su cultura y sea portadora de una conciencia revolucionaria para que nuestros mártires de la revolución no queden sin venganza”.