El Kurdistán Este, gobernado por el régimen iraní, es un foco de resistencia femenina. La revolución «Jin Jiyan Azadî» fue iniciada por las mujeres del Kurdistán Este. La región es a la vez un lugar de resistencia decidida y de la más dura represión. Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre, Rûken Nexede, de la Comunidad de Mujeres Libres del Kurdistán Este (KJAR), habló de las perspectivas de la lucha por la libertad de las mujeres.
«Un nivel de lucha de las mujeres sin precedentes»
En primer lugar, Rûken Nexede rindió homenaje a las personas que perdieron la vida en la lucha contra el patriarcado y subrayó que la existencia del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es el resultado de la lucha antipatriarcal de las mujeres. Habló del nivel especial que ha alcanzado la lucha de las mujeres en la actualidad y dijo: «Hoy existe una organización general de mujeres, las mujeres debaten sobre el confederalismo, amplían sus conocimientos sobre la organización militar. Las mujeres han alcanzado en el siglo XXI un nivel por el que podemos felicitarlas con orgullo por su resistencia y sus levantamientos. Con la aparición del movimiento apoísta, se han hecho realidad muchos logros como la revolución femenina, la organización militar de las mujeres y la ciencia de las mujeres.»
«Las mujeres nunca se han sometido al patriarcado»
Nexede añadió: «A lo largo de la historia, las mujeres no se han sometido al patriarcado ni espiritual ni intelectualmente. A través de Rêber Apo [Abdulla Öcalan], las mujeres volvieron a su verdadera naturaleza y aprendieron a luchar contra la mentalidad patriarcal, a organizarse y a construir una vida libre. El movimiento de mujeres apoístas se organizó a partir de esta toma de conciencia y hoy sigue luchando sobre esta base. Rêber Apo definió el siglo XXI como la revolución de las mujeres. Estamos orgullosas de todas las luchas de las mujeres que han tenido lugar hasta ahora. Todas estas luchas se libraron con grandes dificultades y sacrificios. Esta lucha fue librada por nuestras mártires como Heval Roza, Heval Sara y Heval Şîrîn en las cárceles, montañas, ciudades y pueblos. Con la cabeza bien alta, las mujeres salieron de la oscuridad con la filosofía de Rêber Apo».
«Una vida libre significa amor verdadero»
«Rêber Apo describió la personalidad de las mujeres y los hombres libres de una forma que podemos ver en la actitud sacrificada de Heval Asya y Heval Rojger. Su disposición a cualquier sacrificio es tan significativa que no sabemos apreciarlas suficientemente. Por la personalidad y las acciones de estos camaradas, podemos ver que una vida libre significa amor verdadero. Por ello, quiero rendirles homenaje una vez más por el nivel de libertad que han alcanzado. La manera de honrar a estos mártires es alcanzar también este nivel de libertad. Para construir una vida libre, todas las mujeres deberían adoptar estas acciones», continuó Nexede.
«Cada lugar al que llega el Apoísmo experimenta un cambio»
«Con la revolución 'Jin Jiyan Azadî', las mujeres reconocieron la voluntad y el poder perdidos del pueblo. Al mismo tiempo, surgieron preguntas tanto para las mujeres como para los hombres: ¿Quién soy, cómo vivo, para qué vivo y dónde vivo, qué es la dominación, qué es la violencia? Esta revolución hizo que todo el mundo se cuestionara. Los artistas se cuestionaron para qué servía su arte; los científicos empezaron a investigar qué era la ciencia y a quién servía. Se discutió hasta qué punto el Estado utilizaba la ciencia para sus propios intereses. Todo el mundo empezó a hacerse preguntas», dijo Nexede.
«El miedo fue derrotado»
«Las familias empezaron a cuestionarse qué significaba la familia, cuáles eran las raíces del concepto de familia y para qué servía. Se cuestionó el papel predeterminado de las mujeres, las niñas y los niños. Los alumnos empezaron a cuestionarse cómo aprendían las cosas y si era para toda la vida o al servicio del sistema. La filosofía de Rêber Apo provoca cambios allí donde llega. El régimen iraní está actualmente desesperado, no tiene más recursos y está en crisis. La presión sobre la sociedad es grande. Las mujeres y los jóvenes sufren una opresión masiva bajo el pretexto de la religión. Pero la gente ha visto ahora la verdadera cara de este régimen, está tomando partido y lucha sin miedo. Aunque saben que pueden caer como mártires, siguen luchando, no hacen concesiones y se sacrifican por la revolución de la libertad», dijo Nexede.