El TJA y el Consejo de Madres de la Paz continúan su solidaridad con las y los sobrevivientes del terremoto en la provincia de Urfa. El Día Internacional de la Mujer estará marcado por la expansión de la solidaridad en lugar de las festividades debido al desastre del terremoto de este año.
El TJA, reuniéndose con mujeres en las ciudades afectadas por el terremoto, llama la atención sobre la importancia de la lucha organizada y la solidaridad de las mujeres. Desde el primer día del terremoto, numerosas mujeres han estado yendo a las áreas del terremoto y participando activamente en los esfuerzos de socorro. Las mujeres están trabajando para brindar refugio, calefacción, alimentos y bebidas a las familias afectadas por el terremoto, enfatizando la importancia de la solidaridad popular.
"Llegaremos a todos"
La activista de TJA Sema Aişeoğlu, que está ayudando a las víctimas del terremoto en Urfa, señaló que las actividades para conmemorar el 8 de marzo estuvieron acompañadas de un gran entusiasmo en los últimos años. “Este año, sin embargo, le damos la bienvenida al 8 de marzo en medio de un gran desastre. Todos los pueblos de Turquía han visto cómo el gobierno dejó a las mujeres, cómo el gobierno y el estado dejaron a las víctimas bajo los escombros sin ningún esfuerzo de socorro. Por esta razón, las apoyaremos en solidaridad en las zonas afectadas por el terremoto. Como TJA, nunca dejaremos estas áreas solas. Llegaremos a todos los sobrevivientes y los apoyaremos”, aseguró.
Aiseoğlu señaló que incluso antes del terremoto, las mujeres estaban reprimidas por el sistema, la mentalidad masculina y la violencia, y las dificultades experimentadas por las mujeres aumentaron con el terremoto.
“También estamos brindando a las mujeres sus necesidades básicas”, explicó, y agregó que entregaron artículos de higiene en particular a los necesitados.
"Los sobevivientes curan sus heridas por sí mismos"
Miembro del Consejo de Madres de la Paz de Urfa, Adalet Çay (63) ha estado participando en los esfuerzos de socorro desde el primer día del terremoto: “Los residentes kurdos tuvieron que abandonar su ciudad natal después de que sus casas fueran destruidas por el terremoto. Las ciudades fueron destruidas. Nadie los ayudó cuando ocurrió este desastre. La gente ha sacado a sus familiares de entre los escombros por sus propios medios, y ellos mismos están curando sus heridas”.
“He estado activo en los esfuerzos de socorro desde el primer día del terremoto. Es significativo estar juntos en tiempos difíciles. Los sobrevivientes se fortalecen unos a otros”, señaló.
Çay concluyó que visitaron a familias de las zonas del terremoto, ofreciendo condolencias y apoyo psicológico. Agregó que los kurdos se cuidan entre sí y pidió que esta solidaridad continúe.