La mujer kurda Mahsa Amini, detenida el pasado martes por la policía religiosa islámica, fue trasladada al hospital dos horas después tras perder el conocimiento. Falleció el viernes por la tarde en el Hospital Kasra en el norte de Teherán. Originaria de Saqqez, en la provincia de Kurdistán, Amini fue detenida en el automóvil de su hermano cuando visitaba la capital para ver a sus familiares.
La muerte de la mujer de 22 años bajo custodia de la policía hiyab ha provocado indignación entre la gente y varias protestas contra el régimen en diferentes ciudades.
Si bien los funcionarios de la República Islámica alegaron que la muerte de Amini fue causada por problemas de salud anteriores, como epilepsia, hidrocefalia y enfermedades cardiovasculares, su padre, hablando con el periódico Ham-Mihan, negó las afirmaciones.
Una fuente del hospital donde murió le aseguró a Iran International el sábado que su tejido cerebral fue aplastado después de “múltiples golpes” en la cabeza, y agregó que Amini fue llevada al Hospital Kasra en la capital, Teherán, mientras no respondía y tenía muerte cerebral. La fuente confirmó también que sus pulmones estaban llenos de sangre cuando la trasladaron al hospital, y estaba claro que "no podía ser revivida".
La fuente enfatizó que el estado de Mahsa “era tal que no se podía salvar ni era posible operarla porque su tejido cerebral estaba seriamente dañado, y era claro que la paciente no resultó herida de un solo golpe y debió recibir muchos golpes en la cabeza”.
Una foto de Mahsa en la cama del hospital la mostraba inconsciente con signos muy claros de sangrado en la oreja derecha. Varios médicos, incluido Mahdiar Saeedian, editor de una revista de salud, señalaron en las redes sociales que la otorragia (hemorragia de los oídos) demuestra que su coma fue causado por un traumatismo en la cabeza.
La tomografía computarizada del cráneo de Mahsa Amini muestra fractura ósea, hemorragia y edema cerebral, informó hoy Iran International.
Los documentos médicos y docenas de imágenes exclusivas enviadas a Iran International por un grupo hacktivista muestran vívidamente una fractura de cráneo en el lado derecho de su cabeza causada por un trauma severo, lo que corrobora relatos anteriores de su familia y médicos sobre muchos golpes en la cabeza, lo que demuestra que la afirmación de la policía iraní de que sufrió un infarto no era cierta.
Las imágenes de su tórax muestran hemorragia alveolar difusa bilateral y daño debido a neumonía por aspiración, retención de secreciones e infección superpuesta. Los médicos dicen que los resultados son compatibles con el síndrome de dificultad respiratoria aguda debido a un traumatismo cerebral.