Nacida en 1982 en Mako, la activista por los derechos de las mujeres Zeynab Jalalian fue detenida en 2007 y sometida a graves torturas antes de ser recluida. En 2011 fue condenada a cadena perpetua.

En una carta que ha enviado, Zeynab Jalalian subraya la importancia de la libertad física del líder Abdullah Öcalan y pide que se intensifique la lucha para conseguir su liberación. Öcalan permanece recluido en régimen de aislamiento agravado desde 1999 en la isla-prisión turca de Imrali.

La carta dice lo siguiente:

Desde detrás de los muros de la prisión a todos los defensores de la libertad...

Soy Zeynab Jalalian, una mujer políticamente librepensadora encarcelada por mis pensamientos y creencias. Mis ideas se inspiran en el paradigma intelectual del líder Abdullah Öcalan, que lleva 26 años en cautiverio inhumano por sus ideas, creencias y lucha por la libertad. Sé que es mi deber fundamental y moral unirme a la campaña por la libertad física de mi líder. Quiero su libertad incondicional. Saludo al mayor individuo libre que me enseñó la libertad, y deseo la libertad a ese gran pensador y ser humano.

Cuando nuestro pueblo, Oriente Próximo y el Kurdistán -el corazón de la región- fueron convertidos en cementerios, y cuando nadie tenía la fuerza para resistir y luchar contra los enemigos, especialmente durante la época en que el régimen fascista turco negaba la existencia de los kurdos en el Kurdistán Norte y los mataba, la única persona que se levantó contra el Estado fue el líder Abdullah Öcalan.

Sin duda, sus ideas se convirtieron en la única luz que iluminó el camino hacia la libertad del pueblo kurdo y de otros pueblos regionales durante los periodos más oscuros de la historia turca. Cuando pienso en su vida, me duele profundamente ver cuánto tardó el mundo en comprenderle. Abandonó su juventud, la libertad, la familia y todos los lazos tradicionales, redefiniendo estos conceptos para garantizar los derechos del pueblo kurdo y otros pueblos oprimidos. Trágicamente, este individuo librepensador fue capturado con el apoyo del Estado fascista turco, Estados Unidos y la Unión Europea, y fue encarcelado en una isla donde ha estado sometido a todo tipo de aislamiento durante 26 años. El mundo fue testigo de que ni siquiera el aislamiento pudo reprimir sus pensamientos e ideas.

En la prisión de Imrali, Abdullah Öcalan brilló como una joya, produciendo y presentando nuevas ideas. El sistema de confederalismo democrático se ofreció como alternativa a los Estados regionales. A través de este sistema democrático, los pueblos de la región podrían obtener sus derechos y convivir pacíficamente. Sin embargo, este sistema suponía una amenaza para los intereses de los Estados. En representación de todos los Estados-nación, el Estado fascista turco intensificó su opresión contra el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan. Sin embargo, a pesar de todas las presiones y obstáculos, siguió demostrando un camino fuerte y creativo hacia la libertad.

 

Como líder y pensador, protegió a los pueblos del salvajismo de los enemigos. Apoyarlo y protegerlo es esencialmente preservar la justicia, la igualdad y la libertad.

Yo, Zeynab Jalalian, llevo 17 años viviendo en las condiciones carcelarias más difíciles para proteger mis derechos y los derechos de mi pueblo. Comprendo la naturaleza del encarcelamiento. Cuando rompamos el aislamiento impuesto a nuestros dirigentes en Imrali, romperemos todo el sistema penitenciario. Las mujeres serán las primeras en desmantelar este sistema.

En Irán, las mujeres y todos los pueblos se rebelan gritando nuestra filosofía: “Jin, Jiyan, Azadî (Mujer, Vida, Libertad)”. Es un concepto y una filosofía creados por el líder Abdullah Öcalan. Por lo tanto, tenemos que insistir en su libertad, apoyar sus ideas y abogar por un Irán democrático, individuos libres y pensamiento libre bajo este lema.

Por esta razón, hago un llamamiento a intelectuales, académicos, artistas, profesionales del derecho, feministas, organizaciones sociales, grupos ecologistas y al pueblo kurdo, en particular a las mujeres, los jóvenes y el pueblo iraní amante de la libertad, para que apoyen al líder Öcalan y se unan a la campaña por su libertad. Porque todos los pueblos de Irán necesitan sus ideas para abordar cuestiones fundamentales. Por lo tanto, todo el mundo debe hacer lo que esté en su mano para lograr la libertad de Abdullah Öcalan y eliminar los obstáculos que la impiden.

El líder Abdullah Öcalan ha resistido y luchado en las condiciones más duras en la isla de Imrali por la humanidad y por todos nosotros. Dado que sus ideas se centran en la libertad de las mujeres, este apoyo debe alinearse con la lucha contra la dominación masculina. Sin duda, es necesaria la lucha de todo nuestro pueblo, jóvenes y hombres.

Os invito a cumplir con vuestro deber humano participando en la campaña por la libertad física de Abdullah Öcalan. Su libertad será sin duda la libertad de todos nosotros y nosotras, especialmente de la mujer luchadora.

Zeynab Jalalian

Condenada a cadena perpetua - Ciudad de Yazd