Tras la aplastante victoria del Partido DEM en el Kurdistán, con más ayuntamientos que nunca en su poder, el régimen del AKP pasa a la ofensiva.

Hacia las once de la noche del domingo, la policía turca rodeó el Ayuntamiento de Hakkari (Colemêrg). Cientos de policías bloquearon todas las carreteras que conducen al ayuntamiento. Y a primera hora de la mañana, la policía ha derribado la puerta del Ayuntamiento y ha irrumpido en el edificio, al tiempo que se llevaba detenido al co-alcalde de Hakkari, Mehmet Sıddık Akış, en la ciudad vecina de Van (Wan).

Akış ganó las elecciones en Hakkari con un 48,92% de los votos a pesar del fraude electoral masivo y el despliegue de decenas de miles de soldados como «votantes fantasma».

El Partido DEM ha declarado: «El régimen, que ha fracasado en cumplir la voluntad del pueblo como ha hecho cada vez, ha recurrido una vez más a los medios que mejor conoce: el robo de votos y el golpe de Estado. Esta mañana, nuestro co-alcalde de Hakkari, Mehmet Sıddık Akış, ha sido detenido en Wan y nuestro Ayuntamiento ha sido ocupado por la policía por la fuerza. No aceptamos esta actitud de fideicomiso. Nuestro pueblo demostró de forma democrática el 31 de marzo que no reconoce el fideicomiso. Esta mentalidad golpista y fideicomisaria supone una amenaza no sólo para Hakkari, sino también para la voluntad de todo el pueblo de Turquía.

Nuestro pueblo mostrará sus protestas democráticas al más alto nivel. Pedimos a todos y a todas las personas democráticas que adopten una postura clara contra este golpe».