El Secretario General de la Asociación Nacional de Partisanos Italianos (ANPI), Fabrizio De Sanctis, calificó las decisiones tomadas en el XII Congreso Extraordinario del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como un paso significativo hacia la paz. De Sanctis enfatizó la importancia de la libertad de Abdullah Öcalan e instó a la comunidad internacional a participar activamente en el proceso.

De Sanctis calificó las decisiones tomadas en el XII Congreso del PKK como "un gran paso adelante en el camino hacia la paz", y añadió: "En este momento, creo que este es el punto más lejano al que se puede llegar".

Lo primero que debe hacerse es liberar al Sr. Öcalan.

De Sanctis afirmó que estas decisiones han inspirado una gran confianza en el proceso de paz y enfatizó que el Estado turco debe responder con medidas concretas. Continuó: “Lo primero que debe hacerse es liberar al Sr. Öcalan. Debe permitírsele reunirse con sus seres queridos, su familia y sus amigos. Debe ser reconocido como un actor clave en la reestructuración de las relaciones dentro de Turquía”.

El pueblo kurdo debe tener los mismos derechos de ciudadanía que la población turca.

El éxito del proceso de paz, enfatizó De Sanctis, depende de garantizar todos los derechos del pueblo kurdo, tanto legal como constitucionalmente. Añadió: “El pueblo kurdo debe tener los mismos derechos de ciudadanía que la población turca. Debe haber igualdad de ciudadanía. Deben disfrutar plenamente del derecho a participar en la vida política y a preservar y practicar su idioma y cultura sin restricciones”.

No se puede lograr una paz verdadera mientras el líder y principal interlocutor permanezca en prisión.

De Sanctis subrayó que la posibilidad de paz en Turquía se está debatiendo nuevamente gracias a los esfuerzos del Sr. Öcalan. Declaró: “La paz se logra entre dos partes. El Sr. Öcalan desempeña un papel histórico en la resolución de la cuestión kurda. Debido a este papel y misión, se encuentra encarcelado desde 1999. Su liberación no solo sería un acto político, sino también el inicio de un proceso de paz concreto e histórico. No se puede lograr una paz verdadera mientras el líder y principal interlocutor permanezca en prisión. No sería ni significativa ni justa. Por esta razón, todos esperamos la liberación inmediata del Sr. Öcalan”.

La comunidad internacional puede hacer mucho, pero no puede permanecer en silencio.

De Sanctis enfatizó que la comunidad internacional también debe asumir su responsabilidad para garantizar el éxito del proceso y añadió: “La comunidad internacional debe exigir la liberación del Sr. Öcalan y tomar medidas para salvaguardar el proceso de paz. Otorgarle la ciudadanía honoraria sería significativo. Sería especialmente significativo si se hiciera en Italia, ya que el proceso de su captura y encarcelamiento comenzó allí. La comunidad internacional puede hacer mucho, pero no puede permanecer en silencio. No puede permanecer indiferente ante un asunto tan crítico y trágico para el pueblo kurdo”.