Más de un centenar de personas resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en la capital iraquí, Bagdad, el sábado. Policías y militares utilizaron gases lacrimógenos, cañones de agua y bombas de sonido para impedir que los partidarios del clérigo chií Moqtada Al-Sadr entraran en la Zona Verde. Según el Ministerio de Sanidad, unas 125 personas resultaron heridas, entre ellas dos docenas de agentes de seguridad.

La Zona Verde, situada en el centro de Bagdad y dotada de un alto grado de seguridad, alberga numerosas instituciones gubernamentales y el Parlamento iraquí, así como varias embajadas, entre ellas la misión diplomática estadounidense. Las fuerzas de seguridad no pudieron impedir el asalto al edificio del parlamento, y los manifestantes enfurecidos se desplazaron e iniciaron una sentada. Las imágenes de televisión mostraron a la mayoría de los jóvenes en el hemiciclo mostrando a las cámaras fotos de Al-Sadr.

El primer ministro interino, Mustafa Al-Kadhimi, actual comandante en jefe de las fuerzas armadas iraquíes, hizo un llamamiento a la paz e instó a los manifestantes a "no agravar la situación". En un comunicado, Al-Kadhimi instó a los partidarios de Sadr a acatar las órdenes de las fuerzas de seguridad, subrayando que éstas "tienen el deber de proteger las instituciones oficiales y deben tomar todas las medidas legales para mantener el orden". El primer ministro en funciones llamó a los bandos políticos a dialogar. "Hago un llamamiento a todos para que tengan calma, razonabilidad y paciencia y no se dejen llevar por el enfrentamiento".

Es ya la segunda vez en pocos días que los seguidores del clérigo chií invaden el Parlamento. El movimiento Al-Sadr quiere impedir que el bando hostil que rodea al ex jefe de gobierno Nuri al-Maliki y su alianza formen gobierno. Este último nombró recientemente a Mohammed Shia al Sudani para el puesto de primer ministro. Sin embargo, desde el punto de vista de al-Sadr, el ex ministro está demasiado cerca de al-Maliki. Ambos bandos chiíes se consideran mutuamente adversarios.

La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI) describió la reciente escalada de tensiones como "profundamente preocupante" y escribió en Twitter: "Las voces de la razón y la sabiduría son fundamentales para evitar más violencia. Se anima a todos los actores a desescalar en interés de todos los iraquíes".

Desde las elecciones parlamentarias de octubre de 2021 se ha desatado en Irak una lucha por el poder. La lista de Al-Sadr había ganado entonces el mayor número de escaños y trataba de formar gobierno. Sin embargo, al final, él y su partido renunciaron al parlamento. Desde entonces, la formación de un gobierno está en punto muerto. Los expertos interpretaron la retirada de la política como un movimiento para presionar a los partidos mediante protestas masivas.