El 24 de abril de 2019, el batallón armenio 'Şehîd Nubar Ozanyan' en Hesekê, al norte de Siria, anunció oficialmente su creación. Este día tiene un significado simbólico especial, porque marca el inicio del genocidio contra los armenios bajo la responsabilidad del gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio Otomano y se celebra desde entonces como un día para conmemorar el genocidio. La deportación de la élite armenia el 24 de abril de 1915 desde la capital imperial, Constantinopla, a campos cercanos a Ankara, marcó el inicio de las masacres y las marchas de la muerte que se cobraron más de 1,5 millones de víctimas.
El batallón armenio en Rojava lleva el nombre del armenio Nubar Ozanyan (Nom de Guerre: Orhan Bakırcıyan) que ha caído como mártir en Raqqa el 14 de agosto de 2017 como comandante de la organización comunista turca TKP / ML-TIKKO que lucha contra la organización terrorista Estado Islámico. Los combatientes son descendientes de supervivientes del genocidio que proceden de provincias como Amed (Diyarbakir), Urfa, Muş, Bitlis, Antep y Batman y fueron deportados al desierto sirio.
Solo seis meses después de la fundación del batallón, el 9 de octubre de 2019 comenzó la invasión turca del norte de Siria, y el batallón armenio participó activamente en la defensa contra el ejército turco y sus mercenarios islamistas. Nubar Melkonian, del cuartel general del batallón, habló sobre los nuevos acontecimientos y la situación actual en esta entrevista con ANF.
Los ataques contra el norte y el este de Siria han continuado ininterrumpidamente durante los últimos dos años. ¿Cuáles son los efectos de estos ataques en la población armenia de la región?
Una parte importante del genocidio contra el pueblo armenio tuvo lugar en Siria. Sólo en Serêkaniyê, el Imperio Otomano mató a unos 70.000 armenios, y en Deir ez-Zor a unos 250.000. Con la invasión de Serêkaniyê y Girê Spî, los pocos supervivientes y sus descendientes perdieron sus iglesias, escuelas y casas y, en particular, sus cementerios, que son de gran importancia para nuestra memoria. Hoy vivimos como los otros miles de desplazados de la región: lo hemos perdido todo y estamos al principio de la reconstrucción.
El batallón armenio también participó en la resistencia contra la invasión turca. ¿Cómo fue la resistencia y cómo continuó?
El batallón armenio estuvo en el frente y adoptó la misma posición que todas las demás fuerzas de defensa, porque los armenios son uno de los pueblos que más necesitan la libertad y un país libre. Hoy estamos en la frontera y en nuestras bases para defender el noreste de Siria. Como todos los grupos de las Fuerzas Democráticas Sirias ( SDF), nos estamos preparando para posibles misiones. Queremos evitar que se ocupen más zonas libres.
El ejército turco utilizó armas químicas en Serêkaniyê hace dos años. También se utilizaron armas ilegales contra los armenios en Arzach (Nagorno-Karabaj) y hoy se utilizan armas químicas contra la guerrilla en el Kurdistán del Sur. ¿Cómo valora la actitud de la ONU, la OTAN y otras instituciones internacionales ante estos ataques a los pueblos de la región?
El hecho de que el ejército turco quiera acabar con la guerrilla con armas químicas indica su situación desesperada. Las Naciones Unidas y la OTAN, al igual que todos los demás países supuestamente civilizados que hacen caso omiso de los acuerdos internacionales y del derecho internacional, son cómplices de los crímenes perpetrados por la República de Turquía. No hay ninguna respuesta seria, como las sanciones. Se engaña a la opinión internacional con declaraciones sobre la supuesta preocupación por los acontecimientos. Se apoya así indirectamente al ejército turco. Con su continuo silencio sobre el genocidio del pueblo kurdo, la OTAN y la ONU demuestran que están al lado del Estado turco. Hay que apoyar a un pueblo que lucha por la libertad. Hay que defender la idea kurda de la libertad, las aspiraciones y los sueños. La guerrilla kurda y el pueblo triunfarán definitivamente. Ganarás los que tienen razón.