Entrevistamos al co-presidente del Consejo Ejecutivo de la Confederación de los Pueblos del Kurdistán (KCK), Cemil Bayık, sobre la cuestión palestina. En un análisis en profundidad, habla de dónde surgió esta cuestión, cómo la abordan hoy los distintos actores globales y regionales y cuáles son los intereses de los pueblos: “Lo que defendemos para el pueblo kurdo, también lo defendemos para el pueblo palestino.”
El ejército israelí ha declarado oficialmente la guerra por primera vez en 50 años. Gaza, una ciudad de dos millones de habitantes, está siendo intensamente bombardeada desde el aire. Hay un éxodo masivo mientras el ejército de Israel ha entrado en el centro de Gaza. Un plan israelí de genocidio para Gaza está en marcha. Se informa que hay muchas opciones sobre la mesa para Israel, incluida la despoblación de Gaza y la expulsión de los palestinos al desierto del Sinaí o a otros países. ¿Cómo valora el curso de la guerra?
La guerra contra los palestinos no es nada nuevo. Ha habido políticas de guerra y genocidio durante décadas. Lo que se está haciendo ahora es parte y continuación de esto. La declaración de guerra puede hacerse con el fin de realizar el plan que se ha preparado, dar legitimidad a lo que se hará y ganar apoyo dentro y fuera del país. Más allá de esto, no tiene sentido declarar la guerra. Sólo puede tener significado para las potencias hegemónicas como Estados Unidos, la OTAN, etc., y para los Estados de la región que buscan un poder regional. Porque estas potencias tienen sus propios problemas e intereses en la región. Y el Estado de Israel también está incluido entre estos poderes. Por lo tanto, lo que se ha hecho y lo que se pretende hacer no es independiente de esta situación. La declaración de guerra sólo puede evaluarse dentro de este marco.
El pueblo palestino ha estado resistiendo la ocupación y el genocidio durante décadas, luchando por la libertad y la liberación. Al igual que los kurdos, la lucha del pueblo palestino ha durado un siglo. Ha habido guerra en Palestina durante un siglo y esta guerra nunca ha terminado. Ahora, por supuesto, han surgido nuevos acontecimientos y esto representa una nueva situación. En nuestra opinión, la conclusión más general es que la falta de una solución no puede sostenerse por más tiempo. La solución al problema se impone en todos los aspectos. Esto no se puede ignorar. Esta realidad no puede eliminarse declarando la guerra y profundizando las masacres y el genocidio en curso. Ahora las potencias globales y regionales, especialmente el Estado de Israel, no se están acercando a esta realidad. Y como tal, no se encuentra ninguna solución al problema. Las fuerzas de la modernidad capitalista, lejos de solucionar los problemas, los agravan y dificultan sus soluciones. Las políticas de las fuerzas de la modernidad capitalista están en la raíz de los problemas en Oriente Medio, y especialmente de las cuestiones kurdas y palestinas.
Los objetivos tradicionales del Estado de Israel son claros: se trata de borrar a los palestinos de sus territorios históricos. Los actuales ataques a Gaza son el marco de este objetivo. Hasta ahora, el Estado israelí no se ha desviado de esta política, ya que la mentalidad actual no lo permite. Tanto la mentalidad estatal tradicional como los juegos e intervenciones de las potencias globales y regionales impiden el desarrollo de un nuevo enfoque y la solución de la cuestión. Lo que está sucediendo en Gaza es el resultado de esta mentalidad y de estas intervenciones. Si no fuera por ellos, se habría avanzado en la solución del problema hace tiempo. El pueblo palestino nunca ha sido antisemita: ha luchado contra el Estado y la mentalidad que crearon y perpetuaron la ocupación y el genocidio, y ha visto la salvación en superar esta mentalidad. Es posible afirmar que poco a poco está surgiendo entre el pueblo israelí un enfoque democrático que reconoce la realidad. De hecho, se puede decir que esto se está volviendo muy fuerte. Durante meses ha habido protestas contra la administración Netanyahu y sus políticas. Estas acciones del pueblo israelí que priorizan la solución de la cuestión palestina son sumamente importantes.
El Estado israelí y la administración Netanyahu están tratando de utilizar las acciones de Hamás, que también apuntan a civiles y provocan reacciones, para cambiar esta actitud del pueblo. Pero a pesar de esto y en medio de toda esta guerra y belicismo, es muy importante que el pueblo no cambie su actitud y mantenga su postura a favor de una solución democrática.
La justa causa del pueblo palestino cuenta con el apoyo de todos los pueblos oprimidos, los movimientos socialistas, democráticos y libertarios. Todas estas son dimensiones que fortalecen la lucha democrática del pueblo palestino y la solución democrática al problema existente. Pero la actitud de los Estados y de las fuerzas bajo su influencia tiene el efecto contrario: estos profundizan el problema y dificultan la solución. Abordan e intervienen en el problema no con un enfoque democrático, sino sobre la base de intereses políticos, económicos y de otra índole.
Éste es el enfoque de Estados Unidos y de los Estados europeos, así como de los Estados regionales, especialmente de Turquía e Irán. El enfoque de Turquía es especialmente pragmático. Su enfoque se basa en mantener sus políticas de genocidio sobre los kurdos. La actitud de los Estados árabes tampoco ha sido resolutiva hasta ahora. Esto se debe a que la actual administración aplica políticas acordes con los intereses estatales. En Oriente Medio, el Estado se ha alejado demasiado de la sociedad. El líder Apo ha analizado exhaustivamente esta situación. Además, tanto los Estados árabes como otros Estados regionales no tienen una mentalidad democrática. En tal situación, no les es posible abordar el problema palestino de la manera correcta, mostrar un interés real en él y la voluntad de lograr una solución al problema. Esto es cierto no sólo para los estados árabes sino para todas las potencias y estados. No es posible que quienes no tienen mentalidad democrática sean el poder de la solución.
El panorama que se perfila hoy es muy doloroso. En Gaza está teniendo lugar una masacre muy agonizante y brutal. Criticamos y condenamos enérgicamente esto. Decimos claramente que los pueblos definitivamente harán rendir cuentas a estos estados y mentalidades genocidas. También criticamos y condenamos enérgicamente a las fuerzas que respaldan y apoyan estas políticas genocidas del Estado de Israel. Expresamos el mismo enfoque hacia las potencias que adoptan posturas falsas y pretenden estar del lado del pueblo palestino. Los enfoques de todas estas potencias globales y regionales son esencialmente los mismos. No son amigos del pueblo israelí ni del pueblo palestino. Cada uno de ellos aborda el tema sólo para mantener sus propias políticas. Estos enfoques son inaceptables. Nadie debería oponerse a la lucha de los pueblos, especialmente a las causas justas de los pueblos palestino y kurdo. El Estado y el gobierno israelíes deben cambiar inmediatamente su enfoque actual y detener sus ataques. Deben abandonar sus políticas de guerra, genocidio y masacre.
Los posibles escenarios que usted ha mencionado son horribles e inaceptables. Ningún pueblo o comunidad puede ser desplazado. Esto es literalmente genocidio. No hay justificación para esto, no puede haberla. Y esto es lo que siempre se le ha impuesto al pueblo palestino. El pueblo palestino fue desplazado y sus tierras ocupadas y anexadas. Millones de palestinos viven hoy en el exilio. Ahora se está imponiendo lo mismo al pueblo de Gaza y al pueblo kurdo. Esto es lo que el Estado turco está intentando hacer en Rojava. Ésta es una situación que nunca podrá aceptarse. Lo que defendemos para el pueblo kurdo, también lo defendemos para el pueblo palestino. Pase lo que pase, no se debe obligar a los pueblos a abandonar su patria.
Las organizaciones palestinas tienen actitudes diferentes hacia la guerra en curso. Hasta hoy ha habido una contradicción entre Fatah y Hamás y un gobierno dual. ¿Cómo afecta esta situación, las contradicciones de las organizaciones palestinas, a la lucha del pueblo palestino? Otro tema importante es la llamada guerra “controlada” entre el Hezbolá libanés e Israel. El líder de Hezbolá, Nasrallah, dijo que fue Hamás el que tomó la decisión de atacar el 7 de octubre, pero después de los ataques israelíes a Gaza se abrió un nuevo frente. ¿Qué significa la participación de Hezbolá? ¿Cómo afectará el curso de la guerra? ¿Existe el peligro de que la guerra entre Israel y Hamás se convierta en una guerra regional?
Siempre ha habido una guerra regional en Oriente Medio. La región ha estado en guerra durante más de un siglo. Esto se debe a que los problemas son numerosos y están interrelacionados. No hay problema que no tenga consecuencias regionales. Todo está muy entrelazado y se influye mutuamente. Desde principios hasta mediados del siglo XX, el mundo vivió dos guerras importantes: la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Después de estas experiencias, hubo menos guerras en Europa, pero no ocurrió lo mismo en el resto del mundo. Especialmente en Oriente Medio, las guerras no han cesado. Las guerras entre los estados y contra los pueblos han continuado. En Kurdistán y Palestina ha habido una guerra de genocidio impuesta por el Estado durante más de un siglo. Contra esto está la resistencia y la lucha desarrollada por el pueblo. Por lo tanto, en nuestra opinión, sería más correcto hablar y evaluar cómo saldrá Oriente Medio de esta situación, y no cómo se verá arrastrada a una guerra regional. Por otra parte, mientras existan problemas, mientras se aborden con la mentalidad existente y mientras no se resuelvan, la guerra y el conflicto no terminarán y Oriente Medio no podrá evitar una guerra regional que acabe engullendo al resto del mundo.
Por supuesto, la incapacidad de las organizaciones palestinas para lograr una unidad fuerte entre ellas afecta negativamente la lucha del pueblo palestino. Pero es importante saber y comprender por qué esto es así y cómo se produjo. El problema no son sólo las contradicciones entre Hamás y Fatah. El movimiento palestino en general está debilitado y fragmentado. Fatah y otras facciones están internamente fragmentadas y en una posición débil. Esta situación no es sólo resultado de la represión estatal. Hay razones ideológicas, políticas e históricas para esta situación. Sólo comprendiendo y resolviendo estas causas podrá el movimiento palestino superar la situación actual. Es importante para nosotros y nosotras saber esto para poder comprender la situación del pueblo y el movimiento palestino.
Como es bien sabido, desde el establecimiento del Estado de Israel ha habido muchas guerras entre Israel y los Estados árabes. Con el apoyo de las fuerzas de la modernidad capitalista, el Estado de Israel no fue derrotado en estas guerras y mantuvo su existencia. De acuerdo con su mentalidad e ideología, implementó políticas de ocupación y genocidio en Palestina. En el enfoque de los Estados árabes, la idea de destruir el Estado de Israel estaba en primer plano. La liberación de Palestina se veía en la destrucción de Israel. Cuando esto fracasó, perdieron interés en la causa palestina. De hecho, este enfoque y las políticas de los Estados árabes han causado el mayor daño a la causa palestina. Se sabe cómo algunos Estados árabes tratan a los refugiados palestinos. Ahora los Estados árabes no tienen un enfoque correcto y coherente. Dado que abordan el problema con una mentalidad estatista, no pueden ser una fuerza de solución. Después de que quedara claro que los Estados árabes no podían resolver el problema palestino, el movimiento palestino ganó fuerza y la causa del pueblo palestino avanzó. Después de la Guerra de los Seis Días, el movimiento palestino se desarrolló y fortaleció hasta convertirse en una política independiente. Obtuvo un apoyo significativo de los pueblos de Oriente Medio y de todo el mundo, y logró incluir el reconocimiento y la solución de la cuestión palestina en la agenda. Ni siquiera los Estados pudieron permanecer indiferentes ante la causa del pueblo palestino, que ganó fuerza y recibió importante atención y apoyo del mundo.
Hay muchas razones por las que las organizaciones palestinas están hoy tan débiles y divididas. Aquí hay que tener en cuenta por qué han sido tan fuertes antes y qué les ha pasado. Lo que esencialmente hizo que el movimiento palestino fuera tan fuerte y extendido fue su conexión con el paradigma socialista. El hecho de que Palestina lograra avances en los años 1960 y 1970 estuvo relacionado esencialmente con esto. Por supuesto, no todos los movimientos de esa época seguían el paradigma socialista, pero incluso aquellos que abrazaban una ideología diferente estaban de una forma u otra influenciados por el socialismo y se beneficiaban de las experiencias socialistas en la política y la organización social. Acontecimientos similares también se produjeron en otros países de Oriente Medio, incluido el Kurdistán. No hay duda de que el ascenso de la población en todo el mundo, pero especialmente en Oriente Medio, plantea una gran amenaza a la existencia de la modernidad capitalista. Para limitar la expansión del socialismo en todo el mundo, los Estados Unidos de América en particular se propusieron apoyar a organizaciones que seguían ideologías religiosas o las fundaron en lugares donde antes no existían. Como resultado de esta política, surgieron en Oriente Medio grupos que adhirieron al Islam radical. A través de ellos querían impedir un mayor desarrollo del socialismo. Después del colapso del bloque soviético y con él la influencia y la tradición del socialismo hasta cierto punto, se cumplió la misión encomendada a los grupos islámicos radicales.
La política que siguió Estados Unidos fue un concepto de la OTAN conocido como “Cinturón Verde”. Por ejemplo, Turquía fue aceptada en la OTAN para utilizarla contra los movimientos sociales y democráticos. Turquía creó organizaciones religiosas y las transformó en estructuras de contra. Los cuadros que Turquía dirige hoy fueron entrenados originalmente por Estados Unidos y la OTAN. Esto significa que las consignas que estas organizaciones dicen hoy contra Estados Unidos, Israel y la OTAN no son más que consignas vacías. Porque lo que quieren lograr con su práctica es que haya una mayor aceptación de los objetivos y métodos de Estados Unidos, Israel y la OTAN y que estas fuerzas reciban más apoyo.
Como muchos otros grupos religiosos, Hamás se fundó en esa época. Fue fundado esencialmente para dividir y debilitar el movimiento palestino existente y contó con el apoyo directo de Estados Unidos e Israel. Además del objetivo de destruir el movimiento palestino existente, también se trataba esencialmente de enterrar por completo las aspiraciones del pueblo palestino. Con el desarrollo de la ideología religiosa, la lucha del pueblo palestino contra la opresión y el genocidio se desvió. La lucha por la libertad se transformó en una lucha por la religión. Esto era de esperar, ya que el propio Estado israelí está sujeto a una mentalidad religiosa. Hamás fue creado como una organización basada en una ideología religiosa para distraer al pueblo palestino de una lucha justa por sus derechos. Lo que estamos viendo hoy aquí es una guerra de religiones, un armagedón y más acontecimientos similares. Este es el resultado de grandes mentiras, errores y lo que significa extraviarse. Mientras el primer ministro israelí Netanyahu aparece ante las cámaras y declara que los acontecimientos de hoy están escritos en la Torá, el presidente iraní comparece ante las Naciones Unidas y declara que el Mahdi ha regresado a la tierra. Esto muestra cuánto nos hemos desviado del camino.
Escondido detrás de estos discursos y enfoques se esconde un conflicto de intereses entre Estados. Lamentablemente, hay que decir que después de que Hamás aplastara a la vanguardia palestina y descarrilara la lucha del pueblo palestino, el pueblo palestino perdió su voz. Los acontecimientos de hoy no son acontecimientos del movimiento palestino, son en su mayoría dinámicas que vienen del exterior.
Otro aspecto que está debilitando al movimiento palestino es la creencia de que el éxito sólo puede lograrse mediante la diplomacia. En lugar de que el movimiento y su dirección dependan de una lucha unificada, junto con la lucha conjunta del pueblo palestino e israelí por la democracia, todo se ha basado en la diplomacia de Estado. Esto representa un error histórico y este enfoque falso ya ha resultado en pérdidas importantes. Si la atención se hubiera centrado en crear una unión democrática entre los pueblos palestino e israelí, la cuestión palestina podría haberse resuelto hace mucho tiempo y la democratización de Israel podría haber comenzado hace mucho tiempo también. Sin embargo, estas aspiraciones fallaron y el movimiento palestino finalmente quedó pasivo ante las conversaciones de Oslo. Esto permitió que la opresión y el genocidio se desarrollaran aún más.
Lo que se le hizo al pueblo palestino también se le hizo al pueblo kurdo y al movimiento de libertad kurdo. Para detener la lucha kurda por la libertad, el Estado turco desarrolló tariqats, estructuras de contra bajo el nombre de JITEM, y se introdujo el sistema de “guardias de aldea”. Una de estas estructuras fue el Hüda Par. Todavía hoy cuentan con el apoyo del Estado turco y, a través de ellos, se intenta socavar la lucha por la libertad y ampliar el Estado turco. Hay algunos discursos de anteriores ministros del Interior que muestran un panorama claro sobre esta cuestión.
Además, al igual que el movimiento palestino, se intentó hacer que el movimiento de libertad kurdo se rindiera bajo la etiqueta de conversaciones y diálogos. Pero esto fue impedido por Rêber Apo [Abdullah Öcalan] al desarrollar una solución dentro del marco de la “nación democrática” y colocar la lucha sobre una nueva base de alianzas democráticas y la lucha democrática común de los pueblos. Esto permitió que continuara la lucha por la libertad y la democracia. Se podrían defender las esperanzas de libertad en Kurdistán y Oriente Medio y, en última instancia, se podrían dar pasos importantes en Turquía y Siria. En Turquía se abrió un frente importante a través de la alianza democrática fundada por el pueblo kurdo junto con las fuerzas democráticas de Turquía. La revolución en Rojava tuvo éxito y las relaciones entre los pueblos kurdo y árabe se restablecieron sobre la base de una nación democrática. Recientemente también se han dado pasos importantes en esta dirección en el Kurdistán Oriental e Irán.
Volviendo a la pregunta: los acontecimientos en Oriente Medio están interconectados. En esta guerra están involucradas muchas fuerzas regionales e internacionales diferentes. La llamada guerra entre Israel y Hamás hace tiempo que se convirtió en una guerra regional. Así es también como se debe abordar la situación de Hezbolá en el Líbano y la cuestión de su participación en esta guerra. Es bien conocida la influencia que Irán tiene sobre el Hezbolá libanés y otras fuerzas locales. Si Hezbolá y las demás fuerzas continúan comportándose así, no se separarán de Irán. También son conocidas las relaciones del Estado turco con Hamás y los intentos del gobierno del AKP-MHP y de Erdoğan de explotar a Hamás y la cuestión palestina para su propio beneficio. Es el Estado el que más se esfuerza por utilizar el conflicto en su propio beneficio. Estados Unidos y otras fuerzas internacionales de la modernidad capitalista tienen su influencia en la región a través de Israel. Todas estas fuerzas están tratando de cambiar el conflicto entre Israel y Palestina para poder implementar sus propios intereses. Desde este punto de vista, se puede decir que existe la probabilidad y el peligro de que esta guerra se extienda aún más. En cualquier caso, se puede decir que los acontecimientos actuales son parte de la Tercera Guerra Mundial. Hay una lucha por el poder y la dominación entre las fuerzas de la modernidad capitalista. Una lucha por las rutas energéticas, las rutas comerciales, la tierra, etc. Para debilitarse mutuamente, están dispuestos a utilizar cualquier medio y explotar cualquier problema para sus propios intereses.
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