El AKP extiende el poder de la fuerza policial y los servicios de inteligencia

En la última década, el AKP extendió el poder de las fuerzas policiales y los servicios de inteligencia incrementando el poder de las autoridades.

El AKP ha transformado a Turquía de un régimen militar a un estado policial absolutista. En 2010 se inició un proceso conflictivo con el debate constitucional. Los párrafos que se suponía que garantizarían que los soldados pudieran ser juzgados en los tribunales civiles, finalmente quedaon en nada.

Estado policial en lugar de democratización

En lugar de llevar a cabo la prometida democratización de Turquía, el estado policial se amplió cada vez más. Especialmente después del intento de golpe de estado del 15 de julio de 2016, momento en que el armamento de las fuerzas de seguridad adquirió proporciones gigantescas. El número de agentes de policía se incrementó significativamente y se multiplicaron las nuevas unidades, los llamados guardias de barrio, las unidades de reserva y otras fuerzas especiales y unidades paramilitares. Al mismo tiempo, se ampliaron sus competencias. No sólo se armaron las unidades de policía, sino también las unidades civiles como los guardias de barrio.

Cientos de miles de policías y paramilitares

El número de agentes en Turquía y Bakur se incrementó un 26% con respecto a la última década. Según las cifras oficiales, el número de agentes de policía era de 187.510 en 2007, de 255.974 en 2018 y de 262.185 en 2020. Si añadimos las unidades de reserva y las paramilitares, el número asciende hasta 305.734. En 2020, por ejemplo, había 21.295 guardias de barrio.

Guardias de barrio en Kurdistán

En abril de 2016, el Ministerio del Interior anunció un plan para reclutar 2.394 guardias de barrio en cinco provincias. Estas provincias se encontraban todas en el norte del Kurdistán, y eran Şırnak, Hakkari, Urfa, Mardin y Diyarbakır. Luego, se enviaron guardias de barrio a Sur, Cizre, Nusaybin y Yüksekova durante los toques de queda y los ataques a las ciudades.

En junio de 2020, los poderes de estos vigilantes de barrio se extendieron. Estos “agentes auxiliares de policía” podían ahora usar la fuerza y armas de fuego. Bajo la nueva ley, los vigilantes de barrio tienen la autoridad de detener a las personas buscadas por la policía y entregarlas a las fuerzas de seguridad. Los agentes de barrio están autorizados a utilizar la fuerza y las armas de fuego. También se les permite reprimir las protestas, comprobar los datos personales de los civiles y llevar a cabo registros. El proyecto de ley establece que los vigilantes de barrio “pueden tomar medidas para evitar situaciones caóticas causadas por mítines y manifestaciones hasta la llegada de las fuerzas de seguridad”.

El despliegue del ejército contra la población se legalizó antes del intento de golpe de estado

El día anterior al intento de golpe de estado del 15 de julio, los poderes de la policía también se ampliaron significativamente. La enmienda al artículo 11 de la Ley Administrativa Provincial No. 5442, dice: “En situaciones en que la lucha contra el terrorismo exceda las capacidades de las fuerzas de seguridad, o cuando los ataques terroristas perturben gravemente el orden público, el Consejo de Ministros podrá desplegar el ejército a petición del Ministerio del Interior”.

Los partidarios del régimen van armados

Tras el intento del golpe de estado del 15 de julio, los partidarios del régimen se armaron cada vez más. El derecho a la posesión de munición se elevó de 200 a 1.000 cartuchos por una decisión del Ministro del Interior Süleyman Soylu del 15 de marzo de 2018. El objetivo era ampliar la capacidad de los civiles y los paramilitares para poder utilizarlos en operaciones de contrainsurgencia.

Nueva reserva de la policía: el ejército privado del Palacio

En agosto de 2020, se añadió otra unidad policial a la multitud de cuerpos represivos. Se decidió establecer una directiva para una lista de reserva de la policía de Estambul. Esta nueva unidad de policía informa directamente al Palacio.

Armas de guerra para la policía

Una decisión publicada en la edición del 6 de enero de 2021 del Boletín Oficial allana ahora el camino para que además la policía utilice equipo militar. En virtud de la enmienda del artículo 21 de la Ordenanza sobre Bienes Muebles de las Fuerzas Armadas Turcas se establece el uso de armas pesadas contra las manifestaciones y las protestas callejeras con la aprobación del Ministro de Defensa. Según la enmienda, cualquier propiedad móvil del ejército, el MIT y la policía puede utilizarse sin condiciones previas en caso de “enfrentamientos sociales, actos de violencia o de terror que amenacen gravemente la seguridad nacional y el orden público”. Concretamente, esto significa que la policía puede usar armas y vehículos militares contra acciones de protesta si es necesario.

Preparativos para una guerra civil

Los analistas ven estos paquetes legislativos como un desarrollo preocupante. Mientras que el régimen del AKP/MHP se tambalea política y económicamente, parece estar preparándose para una inminente guerra civil armando a sus partidarios, militarizando la policía y construyendo más y más unidades paramilitares. Los miembros de la oposición llevan temiendo desde hace mucho tiempo que el régimen nunca renuncie voluntariamente a través de las elecciones.