Hozat: “Realmente no entiendo por qué las mujeres se casan”

Besê Hozat, de la KCK, habla sobre la importancia de la autodefensa de las mujeres contra la violencia.

Análisis

En la cuarta parte de esta entrevista, Besê Hozat, co-presidenta del Consejo Ejecutivo de la Confederación de los Pueblos del Kurdistán (KCK), habla sobre la vital importancia de la autodefensa de las mujeres contra la violencia en todo el mundo.

Las mujeres son violadas las 24 horas del día. Rêber Apo decía que el hogar ya no se diferencia de un burdel. Una mujer débil e impotente estará constantemente bajo la amenaza de ser violada, el hecho de que ocurra en su casa no cambia esta realidad.

La primera parte de la entrevista sobre la campaña mundial por la libertad de Öcalan puede leerse aquí, la segunda parte sobre el debacle del AKP y la creciente demanda de democracia en Turquía y el Kurdistán Norte aquí, y la tercera parte sobre la escalada del conflicto en Oriente Medio aquí.

Recientemente, KJK publicó un documento muy elogiado en relación con la autodefensa de las mujeres y la violencia contra ellas. ¿Cuáles son sus valoraciones sobre este tema?

Efectivamente, la Coordinadora del Movimiento de Mujeres del Kurdistán (KJK) compartió recientemente una importante declaración en relación con la autodefensa de las mujeres contra la violencia. Hicieron un llamamiento para que las mujeres se organicen y refuercen su autodefensa.

En todo el mundo hay una amenaza muy seria de genocidio contra las mujeres; la violencia contra las mujeres ha aumentado en todas partes del mundo, con Turquía casi en primer lugar. Tanto la violencia estatal como la masculina contra las mujeres en Turquía ha aumentado entre un 1.400 y un 1.500 por ciento. Este sistema dominado por los hombres, el sistema de la modernidad capitalista y el sistema del Estado-nación, son ya sistemas fascistas. Todos estos sistemas alimentan, producen, profundizan y provocan constantemente el ego dominante en los hombres y lo devuelven a las mujeres en forma de violencia y masacres.

En un mundo en el que las guerras se desarrollan, la violencia y el fascismo aumentan, sólo cabría esperar que más mujeres se conviertan en víctimas de la violencia porque la misoginia y el sexismo es lo que alimenta las guerras. El sistema de la modernidad capitalista es un caos; en muchos países del mundo, los poderes gobernantes son fascistas. Sus políticas fascistas están siendo directamente absorbidas por la sociedad y por los hombres. El hombre dominante se alimenta de esta violencia y alimenta su mentalidad, su comprensión y su comportamiento masculinos, sexistas y machistas. Al infligir violencia contra las mujeres, el hombre dominante recarga psicológicamente su asquerosa mentalidad y convierte a la mujer en un objeto, una mercancía que satisface sus propios motivos.

Estas políticas afectan a la mujer diez veces más, regresando constantemente a ella en forma de más violencia. La mujer está sometida a un ataque constante y, en particular, psicológico por parte de la cultura sexista y los retrógrados juicios de "valores tradicionales". La violencia psicológica, la más grave, se ejerce de forma generalizada sobre las mujeres. Mientras que la violencia física puede matar a una mujer una vez, la violencia psicológica la mata miles de veces al día, manteniéndola bajo una presión constante.

En este sentido, las mujeres no pueden poner su seguridad en manos de este sistema. Las mujeres no pueden entregarse a las intenciones del hombre dominante. Las mujeres son asesinadas en todas partes, ya sea en su propia casa, en la calle o en el trabajo. Son asesinadas por sus maridos, amigos, novios, padres, hermanos. Las mujeres de todo el mundo deben concienciarse y organizarse. Una mujer organizada es el mayor poder. Una mujer organizada es una mujer con autodefensa. La autodefensa de una mujer proviene de su organización. Si una mujer no está organizada, no puede defenderse. Si no puede defenderse, la matarán constantemente, morirá constantemente y morirá de todas las formas. Tanto la fragmentación de la voluntad como la fragmentación de la personalidad son sinónimos de muerte.

Hay muchos ejemplos horribles en la sociedad. La mujer se casa con la pretensión de amar al hombre. El hombre con el que se ha casado la asesina de forma muy gráfica y brutal al cabo de tres meses. En algunos casos ni siquiera dura tres meses. Las mujeres son violadas las 24 horas del día. Rêber Apo decía que el hogar ya no se diferencia de un burdel. Una mujer débil e impotente estará constantemente bajo la amenaza de ser violada, el hecho de que ocurra en su casa no cambia esta realidad.

¿Puede una mujer enamorarse realmente en un mundo donde los hombres son tan dominantes, tan misóginos, tan machistas? Por ejemplo, ¿puede enamorarse de un hombre que le es hostil, un hombre que la domina, que la controla, que la ve como una esclava, que la ve como menos? ¿Cómo puede llamarse a esto amor y afecto? Esto no tiene nada que ver con el amor o el afecto. Si esta es la definición de amor, entonces la vida misma se ha perdido.

Rêber Apo decía: "Donde se ha perdido el amor, no hay que buscar la vida". Donde se ha perdido la vida, se ha perdido el amor. La emoción y la pasión de la vida están estrechamente ligadas al amor; una no puede existir sin la otra. No puede haber relación, ni amor, ni afecto cuando la vida misma se ha vuelto tan fea. Si quieres salvar el amor, primero salvarás la vida. Crearás una vida de la que te enamorarás, crearás un hombre del que te enamorarás. Sólo con un hombre libre, un hombre que ve a las mujeres como iguales y libres, que decide una relación libre, igualitaria y democrática con las mujeres, se puede compartir el amor y la vida. Sólo una vida basada en mujeres y hombres libres, en una sociedad moral y política libre, puede ser amorosa.

Realmente no entiendo por qué las mujeres se casan. Se casan con su asesino y van a su propia muerte. El otro día vi las imágenes de una madre cuya hija acababa de casarse y fue asesinada poco después. Me afectó mucho. La madre colocó el vestido de novia de su hija en medio de una calle, lo roció con gasolina y lo quemó. Dolorida, llamó a las jóvenes. “No os caséis, si os casáis será vuestro fin. Aprended esta lección de mi hija”, dijo. Las mujeres deben luchar primero para salvar la vida. Dadas las circunstancias, no hay vida que vivir ni hombre con quien vivirla. Sólo queda luchar por un mundo mejor.

En este sentido, las mujeres deben elevar su conciencia, hacerse fuertes, organizarse y desarrollar su defensa. Deben luchar y salvar la vida misma. Necesitan establecer un sistema libre, igualitario y democrático para que puedan vivir libremente. A menos que esto ocurra, la mujer siempre va a estar bajo ataque.

El incidente de Sirnak es importante en este sentido. Ha habido muchos casos de acoso y violación por parte de soldados turcos en el Kurdistán durante mucho tiempo. La sociedad guardaba silencio sobre estas tácticas especiales de guerra, estos policías y soldados. Recientemente, un policía, un soldado intentó acosar a una mujer, la agredió sexualmente. El pueblo y los jóvenes de Sirnak se levantaron y lincharon a ese canalla. Ojalá lo hubieran matado. Le dieron una buena lección. Esto debería ocurrir en todas partes. Dondequiera que se sorprenda a un hombre diciéndole algo a una mujer, a una niña o incluso a un niño, dondequiera que los mire con malas intenciones, debería ser linchado. Esas personas no deben tener derecho a la vida y esta postura debe desarrollarse en todas partes. Por lo tanto, las mujeres deben organizarse en todas partes y garantizar su propia autodefensa.

Sólo así puede realizarse el movimiento "Jin, Jiyan, Azadî" y sólo así puede ponerse en práctica. En otras palabras, “Jin, Jiyan, Azadî” puede realizarse organizándose, desarrollando la autodefensa, luchando, creando una vida y un sistema libres y democráticos.