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Hozat: “La campaña mundial en favor de Öcalan debe desarrollarse aún más”

Besê Hozat, de la KCK, habla sobre la lucha mundial por la libertad física del líder popular kurdo Abdullah Öcalan.

Análisis

Besê Hozat, co-presidenta del Consejo Ejecutivo de la Confederación de los Pueblos del Kurdistán (KCK), habla en esta primera parte de la entrevista sobre la lucha por la libertad física del líder popular kurdo, Abdullah Öcalan.

Veamos primero la situación del líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan y, sobre todo, la lucha por su libertad física. La campaña mundial que se lleva a cabo desde finales del año pasado ha tenido varios momentos culminantes. Su movimiento está llamando actualmente a una nueva fase y a la lucha en diferentes niveles. ¿Puede explicarlo?

La campaña mundial bajo el lema "Libertad para Abdullah Öcalan, solución política a la cuestión kurda" ha alcanzado un nivel muy importante, tanto en términos de resistencia social como de lucha jurídica, diplomática, política e ideológica. Pero es necesario desarrollar aún más la campaña. El principal objetivo de la campaña es garantizar la libertad física de Rêber Apo [Abdullah Öcalan]. Salvaguardar su salud, su seguridad y su libertad requiere una lucha mucho más amplia y mucho mayor que la que se está llevando a cabo actualmente.

Por supuesto, las luchas políticas, diplomáticas y jurídicas son importantes. En Imrali [la isla turca donde Abdullah Öcalan permanece recluido desde 1999 en un régimen de aislamiento agravado al margen de toda legalidad] no se aplica ninguna ley, sobre todo porque en Turquía se viola el derecho nacional e internacional. Hay una falta total de conciencia y moralidad contra Rêber Apo; por lo tanto, la lucha legal es crucial. Sin embargo, para lograr resultados en los campos mencionados, es necesaria una lucha integral de las masas. Sólo cuando se ejerza presión sobre el Estado turco a través de la lucha social y la resistencia, será posible lograr resultados. Una vez más, necesitamos ejercer una seria presión social sobre el Consejo de Europa, el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes (CPT), los Estados europeos en su conjunto, así como las fuerzas que implementan la conspiración internacional con el fin de que realicen ciertas mejoras políticas, diplomáticas y legales, tomen medidas y cambien sus políticas.

Por su omisión, el CPT y el CdE son socios de la política de genocidio del Estado turco. Turquía encuentra valor en su silencio. Por esta razón, es posible que el sistema Imrali de tortura y aislamiento siga existiendo hoy en día. No ha habido comunicación con Rêber Apo desde hace casi tres años, se ha prohibido a sus familiares y abogados visitarle. No ha habido noticias sobre su estado. Esto es descaradamente ilegal, inmoral, poco ético e inhumano. Este consentimiento silencioso por parte del CdE, lo pone en contradicción con su propia legislación.

A pesar de ser signataria, Turquía viola el Convenio Internacional de Derechos Humanos. Turquía ignora por completo, o no reconoce, ningún convenio internacional, como si hubiera hecho cautiva a Europa. Tanto si el Estado turco chantajea a Europa utilizando a los refugiados como amenaza como si existe un acuerdo encubierto, ¿es posible que dicho acuerdo influya en la política hacia Imrali?

No está claro si existe un acuerdo encubierto basado en la negativa de Europa a aceptar refugiados a cambio de que hagan la vista gorda ante la brutal mala conducta que se está llevando a cabo en Imrali. Pero lo que vemos y lo que sabemos es que Europa es cómplice de los crímenes contra la humanidad cometidos por Turquía. En cierto modo, Europa se ha convertido en rehén de Turquía. Turquía hace lo que quiere y viola el derecho internacional a su antojo. Al hacer la vista gorda, tanto el CdE como el CPT han violado el derecho internacional. En otras palabras, han violado la ley que ellos mismos han creado. Son cómplices de los crímenes de genocidio e inhumanidad de Turquía. Esta no es una situación que deba tomarse a la ligera ni aceptarse.

Hemos ampliado considerablemente nuestra lucha por la libertad de Rêber Apo a través de la lucha social, jurídica, política, diplomática e ideológica, difundiendo más universalmente las perspectivas, las ideas y la filosofía de Rêber Apo. Sin embargo, la etapa que hemos alcanzado aún no es suficiente. Es necesario atraer a cientos de miles, si no millones de personas de diversos grupos sociales y etnias, aparte de los kurdos, a esta campaña por la libertad. Al hacerlo, se puede ejercer presión sobre el CdE, sobre EEUU y sobre todos los Estados europeos, entre las demás fuerzas que dieron lugar a la conspiración internacional. Todos deben ser empujados a reevaluar y modificar sus enfoques hacia Turquía para poner fin a sus políticas de genocidio, tortura y aislamiento en Imrali y garantizar la libertad física de Rêber Apo.

Los kurdos y las kurdas se han extendido por todo el mundo; hay un número muy crítico de población kurda en Europa, América y en todo el mundo. Hemos ganado muchos amigos y amigas internacionales importantes a lo largo de los 25 años de lucha por la libertad de Rêber Apo, pero sobre todo desde el 10 de octubre, con el lanzamiento de la campaña mundial por la libertad. Al ampliar su red e implicar a la comunidad europea, nuestros amigos y amigas han contribuido significativamente a la internacionalización del movimiento. Esto podría reforzarse llegando a más gente y haciendo aún más amigos e integrando a la sociedad europea en esta campaña. Imaginemos a decenas de miles de personas organizando sentadas prolongadas ante el CPT y el CdE. Dado que la presión social es eficaz en Europa, estas instituciones se verían empujadas a revisar y posiblemente modificar sus dudosas relaciones de interés y políticas con Turquía.

El pilar turco de esta campaña también es muy importante. Hemos visto durante Newroz y las elecciones municipales del 31 de marzo que el clima de miedo en Kurdistán y Turquía se ha roto, y el gobierno fascista ha sufrido un golpe muy serio. Ha recibido una herida mortal. La oposición y la objeción se están desarrollando en la sociedad, junto con la voluntad y el coraje para resistir. El pilar social de esta campaña debe desarrollarse intensamente en el Kurdistán Norte y en Turquía. Se podría evitar un mayor aislamiento si cientos de miles de personas del Kurdistán Norte y de Turquía se levantaran y marcharan hacia Imrali, el Ministerio de Justicia y Ankara. Si decenas o incluso cientos de miles de personas se levantan, como en el caso de Newroz y la resistencia de Wan, se rompería el aislamiento y se despejaría el camino para la libertad física de Rêber Apo. Esto allanaría el camino para la solución democrática de la cuestión kurda y la democratización de Turquía, porque el origen de todos los problemas es la política de genocidio centrada en Imrali. Si la guerra de genocidio contra los kurdos y las kurdas hubiera parado, el fascismo ya no existiría en Turquía. Turquía ya no sería tan corrupta, sin ley e injusta. El gobierno fascista ha abolido su propia constitución para hacer la guerra y el genocidio contra los kurdos. La injusticia, la falta de escrúpulos y la contaminación nunca han sido tan altas. La política se ha contaminado y está provocando la decadencia de la sociedad.

Ahora, para la democratización de Turquía en su conjunto, para que la justicia, el derecho, la política democrática y un sistema democrático se desarrollen, estas políticas de genocidio deben llegar a su fin. El punto central del sistema de tortura y aislamiento es Imrali, por lo que estas políticas deben abolirse primero en Imrali. Hay que salvaguardar la libertad, la seguridad y la salud de Rêber Apo. Si esto ocurre, la democracia, la libertad y la justicia prevalecerán en Turquía. En este sentido, la lucha social desempeña un papel muy importante. Turquía no podrá escapar del fascismo si las fuerzas democráticas de Turquía, junto con todas y todos los que están a favor de la democracia, el derecho, la justicia, la igualdad y la libertad, no participan firmemente en la lucha kurda por la libertad. Si estos círculos no luchan por la libertad de Rêber Apo y la solución democrática de la cuestión kurda, y si no llevan a cabo esta lucha en solidaridad y unidad, el fascismo no será vencido.

En este sentido, quiero hacer un llamamiento a nuestro pueblo: si nuestro pueblo eleva la lucha social con el espíritu de Wan, Shirnak y Newroz, junto con las fuerzas democráticas del Kurdistán y Turquía, se romperá el aislamiento de Imrali.