El 31 de marzo se celebrarán elecciones municipales en Turquía. El Partido del Pueblo, la Igualdad y la Democracia (Partido DEM) ha tomado el relevo al Partido Democrático de los Pueblos (HDP), amenazado de ilegalización, y aboga por una descentralización del sistema de gobierno político y la consideración de las particularidades regionales.
El Partido DEM acude a las elecciones locales con la exigencia de resolver la cuestión kurda y volver a poner en la agenda política la cuestión general de la democracia en Turquía para superar las numerosas crisis que atraviesa el país. En diciembre publicaron una hoja de ruta.
Después de las dos últimas elecciones locales, casi todos los municipios ganados por el Partido Paz y Democracia (DBP) y el HDP quedaron bajo administración estatal. En 2016, 93 alcaldes fueron arrestados y en 2019 lo fueron otros 43. Ahora, numerosas personas se presentan a las primarias del Partido DEM como candidatas a la alcaldía o a un escaño en los concejos municipales.
El sábado y hoy el pueblo elegirá a sus candidatos finales en las elecciones primarias organizadas en decenas de ciudades.
Criminalización del sistema de co-presidencia
La diputada del Partido DEM por Amed Adalet Kaya subrayó que el hecho de que haya muchas mujeres entre los solicitantes es un avance positivo. La política kurda, que fue elegida miembro del Parlamento turco en mayo del año pasado, fue anteriormente presidenta de la asociación de mujeres Rosa. Cumplió condena en prisión por su compromiso con la política de las mujeres. Describió el nombramiento de administradores estatales o fideicomisarios en las comunidades kurdas con co-alcaldes electos como una práctica “antidemocrática que viola el derecho nacional e internacional e ignora la resistencia del pueblo a las políticas de asimilación. Sobre todo, agregó Kaya, “fueron atacados los logros de las mujeres y el trabajo que realizan. El más importante de estos logros fue el sistema de co-representación [según el que todos los puestos de responsabilidad son compartidos por un hombre y una mujer elegidos democráticamente], el otro fueron los mecanismos puestos en marcha para fortalecer la red de solidaridad de mujeres, las cooperativas, los centros de asesoramiento y solidaridad y los albergues para mujeres."
Fideicomisarios: una historia de robo, extorsión y corrupción
Adalet Kaya señaló la naturaleza monista, racista y sexista del Estado turco, y dijo: “No quieren que las mujeres tengan poder en ningún ámbito ni que estén representadas por igual en las comunidades. El buen funcionamiento de las comunidades en las provincias kurdas y la respuesta positiva que hubo incluso en el extranjero expusieron el mal funcionamiento de las comunidades que gestionaban las fuerzas gubernamentales, y este era un aspecto que no podían soportar. No pudieron conquistar nuestras comunidades y les impusieron fideicomisarios, usurpando así lo que no les fue dado gratuitamente. Y éstos se dedicaron al robo, la extorsión y la corrupción".
Lucha de las mujeres: una amenaza al gobierno
Kaya subrayó que el movimiento de mujeres kurdas luchó por el sistema de liderazgo dual y que ahora se ha hecho oficial: “Ahora todos los partidos pueden utilizar legalmente el sistema de co-presidencia. Este modelo también se ha introducido a nivel local. Esto garantiza que las mujeres puedan participar en la administración local y descentralizada en todos los ámbitos de la vida y no sólo en áreas específicas. Hemos implementado este modelo en los municipios durante los últimos tres períodos electorales. Aún no ha adquirido personalidad jurídica en relación con los municipios, pero continuaremos nuestra lucha en este tema. Esta es, por supuesto, una cuestión muy crítica para el gobierno. Lo ve como una amenaza y por eso mismo criminaliza el modelo de co-alcaldías como una estructura terrorista. Muchos de nuestros alcaldes todavía están en prisión. Algunos han sido liberados después de largas penas de prisión, pero sus juicios continúan. Gültan Kışanak es una figura política muy importante en este contexto. Todavía está retenida como rehén política y se la considera una amenaza. Ha hecho una contribución muy importante a la lucha de las mujeres kurdas y al sistema de liderazgo dual. Decenas de alcaldesas y activistas del Movimiento de Mujeres Libres (TJA) están en prisión, y la razón principal es que los logros de nuestras mujeres son contundentes. El gobierno ve la lucha de las mujeres, su liderazgo y su representación equitativa como una seria amenaza para sí mismo y está tratando de restringirnos en todos los ámbitos".
Queremos gobernar nuestras ciudades y comunidades nosotros y nosotras mismos y mantener vivo nuestro sistema ecológico, democrático y favorable a las mujeres.
Después de las elecciones parlamentarias del pasado mes de mayo, se expresaron muchas críticas sobre la estrategia del partido y estas críticas de la base fueron tenidas en cuenta, afirmó Adalet Kaya: “El comité ejecutivo de nuestro partido ha evaluado estas críticas y vamos a las elecciones locales teniéndolas en cuenta. Para ello, realizamos reuniones públicas con el fin de fortalecer y desarrollar el partido. Estas reuniones fueron muy productivas e innovadoras. Hemos iniciado un período de participación democrática y pública tanto en la selección de candidatos y de candidatas como en el futuro. Los candidatos y candidatas se eligen mediante elecciones primarias de las bases. Incluso en distritos pequeños, todos, desde organizaciones de la sociedad civil hasta propietarios de empresas. El resultado se determina por consenso y creemos que eso es muy importante. La gente quiere deshacerse de los fideicomisarios, quiere recuperar sus propias comunidades. Queremos gobernar nuestras ciudades y comunidades nosotros y nosotras mismos y mantener vivo nuestro sistema ecológico, democrático y favorable a las mujeres. Establezcamos mecanismos que empoderen a las mujeres y las protejan de la violencia. Por eso queremos que todos y todas participen en este proceso".
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