Nuevas pruebas de suministros británicos para los aviones teledirigidos de Turquía

Nuevas y sorprendentes pruebas revelan una historia secreta de seis años de tecnología suministrada por los británicos a Turquía que ha alimentado las sucias guerras de aviones no tripulados.

Activistas de Reino Unido han exigido una investigación urgente al gobierno británico ante nuevas pruebas que revelan una historia secreta de seis años de suministros a Turquía para los “drones asesinos”.

Brighton Against the Arms Trade (BAAT) afirmó ayer que el fabricante de armas EDO MBM ha continuado con la venta clandestina del portabombas Hornet a Turquía a pesar de haberlo negado públicamente.

La organización ha aportado nuevas y sorprendentes pruebas que demuestran que EDO MBM ha continuado suministrando a Turquía el equipo, los componentes y la tecnología necesarios en secreto durante los últimos seis años en medio de crecientes acusaciones de crímenes de guerra y genocidio contra los kurdos.

Recientemente circularon fotografías en las que podía verse el portabombas Hornet en un dron turco derribado por soldados armenios en Nagorno-Karabakh. Y ayer, BAAT reveló nueva información que demuestra que el gobierno británico firmó 18 licencias de exportación permitiendo el envío de este portabombas y otros componentes similares a Turquía entre 2014 y 2020.

BAAT exigió una investigación urgente del que describió como un “comercio secreto” que ha ayudado a alimentar la mortal guerra de aviones teledirigidos de Turquía causando miles de muertes en países de todo Oriente Medio.

Estos últimos acontecimientos han planteado serias sospechas sobre la complicidad de Reino Unido en los crímenes de guerra turcos.

Los kurdos han acusado al gobierno británico de ser responsable de una serie de atrocidades, entre ellas la ejecución de las tres mujeres Zehra Berkel, Hebun Mele Xelil y Amina Waysi en un ataque con un avión teledirigido en Kobanê el pasado mes de junio.

“¿Reino Unido suministró el lanzador de misiles que mató a tres mujeres kurdas revolucionarias en Rojava?”, preguntó un miembro de la comunidad kurda al enterarse de los últimos acontecimientos.

“Exigimos respuestas. El Estado británico es responsable de los crímenes de guerra contra los kurdos”, agregó.

A Turquía se le ha permitido llevar a cabo sus sucias guerras de aviones teledirigidos gracias a la voluntad de los comerciantes de armas de eludir los embargos, utilizando sus operaciones internacionales para eludir las legislaciones nacionales con el fin de ejercer su comercio mortal pero altamente lucrativo.

En 2019, un informe publicado en The Guardian afirmaba que EDO MBM había vendido el potabombas Hornet a la empresa turca Baykar Makina, donde el yerno de Erdogan Selcuk Bayraktar trabaja como jefe técnico. Esta tecnología fue esencial para permitir que el TB2 de Bayraktar se convirtiera en el primer dron armado de Turquía, disparando su primer misil en 2015.

El Consejo Nacional Armenio de América (Armenian National Council of America, ANCA) publicó un informe en noviembre de 2020 con fotografías que mostraban el potabombas Hornet acoplado a un avión teledirigido turco derribado en el conflicto de Nagorno-Karabaj.

Los aviones teledirigidos TB2 Bayraktar de Turquía ayudaron a inclinar la balanza a favor de Azerbaiyán en la guerra de seis semanas en la que murieron miles de personas, entre ellas civiles, y en la que miles de edificios y viviendas se vieron reducidos a cenizas.

El informe de ANCA reveló por primera vez el mecanismo interno distintivo del lanzador de misiles TB2 Bayraktar.

La investigación de BAAT muestra que el dibujo de la patente de 2014 para el portabombas Hornet parece ser idéntico al diseño interno que se encuentra en el dron derribado en las fotografías de 2020.

Esto ha alimentado la vieja asunción de los activistas de que el portabombas Hornet había seguido vendiéndose a pesar de la evasión del gobierno y el silencio de EDO MBM sobre el tema, que ha sido objeto de preguntas parlamentarias y especulaciones interminables.

En 2020, el Departamento de Comercio Internacional del Reino Unido (DIT) confirmó que se habían aprobado 18 licencias de exportación individuales normalizadas (SIEL) para que EDO MBM exportara los portabombas Hornet y sus componentes y tecnologías conexos a Turquía entre 2014 y 2020.

Según BAAT, la mayor parte de estos dispositivos se destinaron entre 2015 y 2016 a una empresa turca conocida como Rokestan, que trabajaba en estrecha colaboración con Baykar Makina, para desarrollar la capacidad del TB2 de Bayraktar de disparar misiles.

Pero las exportaciones del portabombas Hornet de EDO MBM a Turquía abarcan seis años, de 2014 a 2020, mucho más allá de esa supuesta etapa de desarrollo.

El gobierno británico ha aprobado la exportación de cientos de equipos, componentes y tecnología de lanzamiento de misiles y municiones de EDO MBM diseñados específicamente para vehículos aéreos no tripulados a Turquía durante más de seis años por valor de millones de libras.

Además, BAAT han puesto en duda las improbables afirmaciones del principal fabricante de vehículos aéreos no tripulados de Turquía de que no los utiliza. Ahora, dice, la evidencia muestra que el país ha estado involucrado en una historia secreta de seis años de venta de su tecnología de la muerte con el conocimiento y el apoyo del gobierno británico.

El comercio de armas está envuelto en secreto y la ley británica contiene innumerables lagunas para que la industria lo explote, lo que hace más difícil rastrear las ventas y responsabilizar a las empresas en lo que muchos describen como un “mundo en la sombra”.

Desde 2015, Reino Unido ha concedido unas 80 licencias abiertas de valor ilimitado que permiten una transferencia ilimitada de equipos durante un período de tiempo preestablecido, normalmente de 5 años.

Pero como explicó Andrew Smith, portavoz nacional de la Campaign Against Arms Trade (CAAT): “Los años totales nunca se publican, por lo que no tenemos forma de saber cuánto se han alagado ni sus resultados”.

Andrew ha insistido en que la venta de armas a Turquía debe erradicarse, citando el espantoso historial de violaciones de derechos humanos del país y su papel cada vez más agresivo a nivel internacional.

Si bien ha acogido con satisfacción los esfuerzos de Andair Ltd. por cesar el suministro de sus bombas de combustible tras enfrentarse a pruebas similares, ha insistido en dejar estas decisiones a las empresas individuales no es suficiente.

“Se necesita una intervención gubernamental. Hay que poner fin al apoyo político y militar que Downing Street ha proporcionado [a Turquía]”, dijo.

Sin embargo, el comercio de armas es un negocio lucrativo para el Reino Unido. En octubre el gobierno se jactó de su condición de segundo mayor comerciante de armas del mundo, justo por detrás de los EE. UU.

Reino Unido citó entonces unos pedidos por valor de 11.000 millones de libras esterlinas en 2019. Desde 2010, Reino Unido ha firmado contratos por valor de 100.000 millones de libras, incluyendo la venta de blindados a Arabia Saudí y misiles a Qatar.

El gobierno ha insistido en que este comercio mortal se traduce en la creación de puestos de trabajo de alta calidad. Por su parte, el Sr. Smith ha acusado al Reino Unido de “armar y apoyar la represión en todo el mundo”.

Reino Unido se ha esforzado mucho por proteger su comercio letal, ignorando tres de sus propios comités y deshaciéndose de pruebas de crímenes de guerra mientras acudía a los tribunales para evitar que se le impidiera vender armas a Arabia Saudí mientras bombardeaba Yemen, al borde de la peor hambruna mundial en un siglo.

Desde 2015, el Reino Unido ha concedido licencias de armas por valor de más de mil millones de libras esterlinas a Turquía, convirtiéndola en uno de los mayores compradores del mundo de armas de fabricación británica.

A pesar de una breve pausa en noviembre de 2019 en respuesta a la indignación pública por la invasión ilegal de Turquía en Rojava, la venta de armas se reanudó poco tiempo después en una vuelta a la normalidad.

Chris Coles, de Drone Wars UK, una ONG con sede en el Reino Unido que hace campaña a favor de una prohibición internacional del uso de aviones teledirigidos armados, advirtió que las empresas deben asegurarse de que sus componentes, que constituyen pequeñas partes de sistemas de armas más grandes, no faciliten atrocidades contra los derechos humanos.

Coles pidió una mayor apertura y transparencia sobre a dónde se está exportando la tecnología de los drones.

BAAT respaldó esta opinión al exigir “una investigación completa de las exportaciones de HCH EDO a Turquía”.

Pero los resultados no son alentadores. El gobierno británico se mantuvo evasivo cuando se le presentaron las pruebas ayer.

Un portavoz del gobierno insistió en que el Reino Unido se toma en serio sus responsabilidades de exportación y evalúa “todas las licencias de exportación con criterios estrictos de concesión de licencias”.

“No emitiremos ninguna licencia de exportación cuando hacerlo sea incompatible con estos criterios”, dijo.

Sin embargo, no respondió adecuadamente a las preguntas específicas planteadas en relación con el uso de aviones teledirigidos turcos en los crímenes de guerra contra el pueblo kurdo en el norte de Siria, o la violación del embargo de armas de las Naciones Unidas en Libia.

En cambio, señaló un discurso del Secretario de Relaciones Exteriores Dominic Raab en la Cámara de los Comunes en octubre de 2019 tras la invasión de Afrin por parte de Turquía y sus aliados yihadistas. Pero si bien en ese momento se detuvo la venta de armas a la espera de una revisión, los datos muestran que esta fue sólo una medida breve y temporal.

El Sr. Raab hizo algunas críticas a Turquía, pero también recordó a los diputados que el gobierno británico reconoce “algunas de las preocupaciones legítimas que Turquía tiene en relación a los 3’6 millones de refugiados sirios, y sus preocupaciones en torno a la amenaza a su seguridad por parte del PKK en su frontera sur con Siria”.

Una línea similar fue adoptada por los aliados de Turquía en la OTAN cuando dieron la espalda al pueblo kurdo mientras cientos de miles de personas huían de sus hogares en autobuses que se convirtieron en el objetivo de grupos yihadistas, grupos que además cometieron montones de ejecuciones extrajudiciales.

Durante la invasión, Turquía fue acusada de crímenes de guerra y de haber usado armas químicas – concretamente, fósforo blanco– en un ataque contra Serêkaniyê.

Turquía también ha utilizado aviones teledirigidos en ataques con misiles contra el campamento de refugiados de Makhmur, y se cree que un vehículo aéreo no tripulado fue el responsable del baño de sangre en Kuna Masi que tuvo como objetivo a los niños que remaban en el agua en un popular centro turístico de Slemani, en el Kurdistán iraquí.

Y todos estos incidentes parecen haber sido facilitados por el portabombas Hornet.

El gobierno británico no respondió a las preguntas sobre el valor del contrato o cualquier otro detalle sobre la licencia del portabombas. También se contactó con EDO MBM, pero sin éxito.

¿Qué es el portabombas Hornet?

El potabombas Hornet se describe como la “mano inteligente” que asegura que los misiles disparados desde un dron armado alcancen las coordenadas de su objetivo permitiendo un bombardeo de precisión.

Fue patentado por primera vez en 2014 y es construido por la compañía EDO MBM, con sede en Brighton. El sistema de transporte está diseñado para llevar pequeñas y ligeras bombas que no pesen sobre el dron.

EDO MBM suministró la tecnología a Baykar, permitiendo a la compañía alcanzar su objetivo de autosuficiencia con el primer misil lanzado desde el avión teledirigido Bayraktar TB2 en 2015.