Entre los lugares atacados por Turquía figuran fábricas de materiales de construcción, productos agrícolas y alimentos, silos de grano, un molino, instalaciones industriales, un centro de diálisis, una imprenta y una gasolinera. En total fueron 32 ataques, según el Centro de Información de Rojava (RIC, por sus siglas en inglés).
Estos ataques se produjeron menos de tres meses después de que una campaña de ataques aéreos turcos de cinco días de duración destruyera la infraestructura eléctrica del Norte y el Este de Siria, cortando el suministro de electricidad y agua a más de un millón de personas.
Además, estos ataques se han cobrado la vida de ocho civiles y dejado heridas a más de una decena de personas. El número de víctimas mortales podría aumentar, ya que algunas personas resultaron heridas de gravedad, afirma el RIC en su informe.
Los nombres de los asesinados son Berivan Mihemed, Riyad Hemo, Fares al-Fares, Ferhan Teme, Hussein Ehmed, Renas Hussein, Ferhan Khelef y Aya al-Sabawi.
El Ejército Nacional Sirio (SNA, por sus siglas en inglés), apoyado por Turquía, ha intensificado sus bombardeos a lo largo de las líneas de contacto que separan las zonas gobernadas por la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AADNES) de las zonas del SNA ocupadas por Turquía, golpeando aldeas en los alrededores de Shehba y Manbij.
Antecedentes
La campaña de ataques aéreos de Turquía contra el Norte y el Este de Siria ha estado en curso desde la invasión de 2019, matando a cientos de civiles hasta la fecha.
El RIC proporciona los siguientes antecedentes de los ataques llevados a cabo el día de Navidad:
"A principios de octubre, Turquía se embarcó en un asalto aéreo de 5 días, golpeando sistemáticamente las instalaciones de electricidad, gas y petróleo de la AADNES, causando grandes daños a las infraestructuras y pérdidas económicas, y empeorando la ya frágil situación humanitaria en la zona.
-El 23 de diciembre, en las montañas de la Región del Kurdistán de Irak (KRI), los militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) llevaron a cabo operaciones contra posiciones de las Fuerzas Armadas Turcas (TAF), abatiendo al menos a 12 soldados turcos; el presidente turco Erdogan se refirió a los ataques como "terroristas" y prometió venganza. En la noche del 23, el TAF atacó infraestructuras petrolíferas y de gas en la AADNES, cortando el suministro de las subestaciones eléctricas que abastecen a medio cantón de Jazira e hiriendo a un civil. El Ministerio de Defensa turco anunció que estos ataques aéreos eran "contra objetivos terroristas" con fines de "seguridad fronteriza".
-Dos días después –el día de Navidad– Turquía llevó a cabo una intensa cadena de ataques aéreos desde las 10:00 hasta las 21:00 hora local, centrados sobre todo en la ciudad de Qamishlo pero incluyendo también las ciudades de Amude, Kobane y Tirbespi, atacando sistemáticamente más infraestructuras civiles esenciales como fábricas de materiales de construcción, productos agrícolas y alimentos, silos de grano, un molino, polígonos industriales, un centro de diálisis y una gasolinera.
-Los dirigentes políticos y militares de la AADNES llevan mucho tiempo insistiendo en que las instituciones políticas y militares de la región están separadas del PKK, en contra de lo que afirma Turquía, y acusan a Turquía de "exportar sus crisis internas" y de llevar a cabo ataques aéreos para crear inestabilidad deliberadamente y atacar a la Administración Autónoma Democrática."
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