Desde la Revolución de Rojava, en la región autónoma del Norte y el Este de Siria la educación se imparte en lengua materna. La primera piedra se puso con el Instituto de la Lengua Kurda, y la Autoridad Educativa de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES) está elaborando planes de estudios multilingües para preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y universidad. Unos 200.000 alumnos asisten a 782 escuelas de la región de Cizîrê. Hay 16.000 profesores en activo. A pesar de los años de embargo y de los ataques que sufre la región, la AANES y el Ministerio de Educación hacen grandes esfuerzos para que la enseñanza no se interrumpa.
Gulistan Ismail, co-presidenta del Consejo de Educación de Cizîrê, señaló a ANF que los primeros pasos fundamentales de la Revolución de Rojava se dieron en el ámbito de la lingüística. "El Instituto de Lengua Kurda desempeñó un papel fundamental. Creció paso a paso, luego se creó una Comisión de Educación y finalmente la Autoridad Educativa. La Autoridad Educativa elabora los planes de estudios de primaria, secundaria y bachillerato. Todos los planes de estudios están escritos en tres lenguas: kurdo, árabe y arameo. A todos y todas se les enseña en su propia lengua. A partir del cuarto curso, en cada escuela se imparten otras lenguas. A los niños y niñas kurdos se les enseña en árabe, a los árabes en kurdo y a los asirios en la lengua que elijan. Se les enseña en la lengua de su elección. También se enseñan lenguas extranjeras", informó Gulistan. Sin embargo, no hay escuelas separadas, subrayó la Presidenta del Consejo de Educación: "En una misma escuela, cada uno aprende en clases separadas en su propia lengua".
La región autónoma lleva años sufriendo un embargo, un bloqueo y ataques sistemáticos, y se enfrenta a dificultades que también se reflejan en el sistema educativo: "El mayor problema para los niños y niñas, las familias y el profesorado son los incesantes ataques del Estado turco. Los ataques a las infraestructuras de la región provocan interrupciones. A menudo se suspenden las clases durante largos periodos, sobre todo en las escuelas de las regiones fronterizas. Los niños y niñas siempre van a la escuela con miedo; no saben cuándo habrá un ataque ni cuándo serán atacadas sus escuelas. En Zirgan y Til Temir, por ejemplo, sigue habiendo más de cuarenta escuelas en las zonas ocupadas por el Estado turco. Estamos haciendo grandes esfuerzos para que los niños sufran menos problemas psicológicos".
Desde la oleada masiva de ataques turcos contra las infraestructuras de la región autónoma en octubre, ha habido problemas con el suministro de electricidad y gasóleo de calefacción, continuó Gulistan Ismail. El ministro turco de Asuntos Exteriores y ex jefe de los servicios de inteligencia, Hakan Fidan, había anunciado públicamente la destrucción de la "infraestructura del PKK" en vísperas de los atentados. Según Gulistan Ismail, el abastecimiento de las escuelas sigue siendo una prioridad para la AANES: "Todos los recursos se han puesto al servicio de las escuelas. Se han distribuido gasóleo y estufas a todas las escuelas. Sin embargo, no podemos decir que hayamos superado todos los problemas. Especialmente las personas que viven en campamentos como desplazados tienen el doble de dificultades en este sentido."