El 25 de junio de 2015, milicianos de la organización terrorista ISIS entraron en Kobanê desde Turquía y llevaron a cabo una brutal masacre contra la población civil. Elî Xelê sobrevivió a la masacre, herido, con un disparo en ambas piernas. El ataque abrió una profunda herida en el corazón de la gente, recuerda Xelê siete años después:  

"Celebramos la liberación de Sirîn, pero luego vimos que las bandas del ISIS habían llegado a la ciudad. Mihemed Hecî estaba a mi lado y nos dispararon. Él cayó y yo fui herido en las piernas. Mi vecino Ehmed quiso llevarme al hospital, pero nos rodearon las bandas. Más tarde, descubrimos un camino y pudimos salvarnos. El Estado turco y sus mercenarios querían acabar con la población de Kobanê con esta masacre. El ataque a la población de Kobanê iba dirigido contra todo el pueblo kurdo".

Wehîde Şêx Nebî perdió a su padre y a su hijo en la masacre. Ella cuenta sobre ese día: "Mi padre había venido a recoger ofrendas para el Ramadán. Estaba cansado y quería descansar un poco. Oímos disparos, cada vez más fuertes. Le pregunté a mi padre qué estaba pasando fuera. Supuso que eran disparos de alegría en una celebración por la liberación de la ciudad. Entonces se oyó una gran explosión. Mi padre y mi marido salieron. Cogí a mi bebé en brazos y les seguí. No entendíamos lo que estaba pasando. El hermano de mi marido y su mujer fueron asesinados. Más tarde, las bandas nos sacaron también de la casa y nos dispararon. Mataron a mi padre y a mi hijo".

Antecedentes: Una masacre dirigida por Turquía

En Rojava se conmemora hoy a las víctimas de la masacre de Kobanê. 252 civiles, entre ellos 64 mujeres y 35 niños, murieron en la masacre del 25 de junio de 2015 -perpetrada por el ISIS con el respaldo de Ankara-.

La masacre se produjo tras la exitosa defensa de la ciudad contra los ataques del ISIS. El 26 de enero de 2015, las YPG/YPJ declararon Kobanê liberada. La ciudad fue destruida, pero comenzó la reconstrucción. Diez días después de que las YPG y YPJ liberaran Girê Spî (Tal Abyad) el 15 de junio del mismo año y avanzaran hacia Raqqa, la autoproclamada "capital del califato", los yihadistas del ISIS disfrazados con uniformes de las YPG entraron en Kobanê por dos lados. 

60 terroristas del ISIS procedentes de Turquía habían pasado el paso fronterizo de Mürşitpınar, que estaba completamente cerrado en ese momento, con el conocimiento de los soldados turcos -en vehículos montados por el DShK-. Otro pelotón del ISIS pasó por Jarablus. El ataque comenzó al amanecer con la explosión de un camión bomba. Después, los yihadistas descendieron sobre Kobanê. Los yihadistas fueron de casa en casa, matando a ancianos, hombres, mujeres y niños. La gente informó de que los asesinos se habían afeitado especialmente la barba para poder entrar en la ciudad sin ser detectados.

Sin embargo, las Unidades de Defensa Popular y Femenina (YPG/YPJ) pudieron repeler el ataque. Lo que quedó fueron 252 civiles muertos, los más jóvenes de pocos años, y dos docenas de combatientes caídos. Fueron enterrados en un cementerio especial de la ciudad.