Kalkan: “Es hora de construir la unidad nacional”
Duran Kalkan afirma que “el sistema capitalista global de la modernidad está utilizando a Israel como fuerza de ataque”.
Duran Kalkan afirma que “el sistema capitalista global de la modernidad está utilizando a Israel como fuerza de ataque”.
Duran Kalkan, miembro de la Academia de Ciencias Sociales Abdullah Öcalan, compartió una evaluación exhaustiva con Medya Haber TV. La primera parte de este análisis a fondo puede leerse aquí, la segunda aquí y la tercera aquí.
“El sistema capitalista global de la modernidad está utilizando a Israel como fuerza de ataque. En consonancia con los intereses del capital supranacional en Oriente Próximo y sus esfuerzos por establecer un corredor energético, están reestructurando las estructuras políticas que surgieron tras la Primera Guerra Mundial.
Esto significa la hegemonía israelí. Llevarán a cabo todo tipo de ataques para lograrlo. Israel no actúa solo; Estados Unidos lo respalda y actúan juntos. La OTAN y el Reino Unido participan. El sistema está esencialmente gestionado conjuntamente por el Reino Unido, Estados Unidos e Israel. Y Alemania, Francia y toda Europa también lo respaldan. Han declarado abiertamente su apoyo. Esto demuestra claramente que quieren eliminar a cualquiera que no se someta. Impusieron una condición de rendición al actual régimen iraní, que Irán afirma haber rechazado. Pero Irán no debería haber permitido que el proceso llegara a un estado de rendición impuesta.
Una vez que las cosas llegan a ese punto, no se puede simplemente decir: ‘Me están imponiendo esto, ¿qué puedo hacer?’ Era necesario verlo a tiempo, desarrollar políticas a tiempo, tomar precauciones. Había que eliminar las condiciones que posibilitaron tal intervención. ¿Y cómo? Fomentando una mentalidad y una política en Irán que la impidieran. Históricamente, Irán tenía las bases para esto. Es una sociedad abierta a la democracia, una región central donde las ideas orientadas a la libertad se han desarrollado con mayor fuerza. Un pueblo muy cohesionado socialmente. Deberían haberles dado espacio para respirar. Desde las mujeres hasta la población en general, ha habido muchísima represión. Sus actos represivos, justificados con el lema ‘esta es mi creencia, esa es mi creencia’, finalmente provocan tales ataques. Y luego uno se pregunta: ‘¿Qué puedo hacer?’
Había una salida; no era imposible. Se podría haber logrado alguna reforma democrática, alguna transformación. Las mujeres se alzaron hace dos años con el lema ‘Jin, Jiyan, Azadî (Mujer, Vida, Libertad)’. La juventud lo apoyó. La sociedad lo apoyó. La gente solo quería vivir con más libertad. Yo también lo dije entonces: ¿Qué más quieren? Se entregaron a su gobierno. Y siguen trabajando. Simplemente déjenlos vivir un poco más libres. ¿Acaso no tienen derechos? Pero no. Se aferraron a un sistema rígido y dogmático. A esto nos lleva. Estas son las consecuencias del extremismo religioso, el nacionalismo, el sexismo y el cientificismo positivista en Oriente Próximo. Esta mentalidad produjo este resultado.
Sin embargo, los kurdos se esforzaron. Otros pueblos se esforzaron. Exigieron soluciones. Había alternativas. El líder Apo (Abdullah Öcalan) desarrolló soluciones: democratización, nación democrática. Sí, el islam debe existir, pero debe ser democrático. El líder Apo incluso presentó la Carta de Medina como documento fundacional y llamó a la democratización. Pero nadie escuchó. Nada de esto se tomó en serio. Se impuso un régimen rígido. Ahora Irán se enfrenta al mundo.
Claramente, el sistema está decidido. Cambiará este régimen. No quedan alternativas. Esto podría haberse evitado, y debería haberse evitado.
Por otro lado, Israel dice: ‘Garantizaré mi seguridad aplastando a mi oposición’. De igual manera, el régimen iraní dice: ‘Garantizaré mi seguridad aplastando al pueblo’. La lógica es la misma. Pero la seguridad no funciona así. La seguridad se consigue uniendo a todos y a todas; nadie la tiene solo. Si la comunidad judía ha de vivir en libertad, entonces los pueblos circundantes también deben ser libres. Si los pueblos de Oriente Próximo son libres, solo entonces Israel podrá vivir libremente en unidad democrática con ellos. De lo contrario, ¿esclavizan a todos los pueblos y esperan ser libres? Eso no funciona.
Deberían orientarse más hacia el socialismo. Los judíos fueron fundamentales en el desarrollo de la ideología socialista. Dijeron: ‘Una sociedad que oprime a otros no puede ser libre’.
Sí, ahora llegará un resultado militar. Es evidente que las rutas comerciales y energéticas producirán algunos resultados. Actuarán en consecuencia. Pero esto no significará libertad para el pueblo judío ni seguridad para Israel. Como siempre decimos: la verdadera seguridad reside en el concepto de nación democrática, en una unión democrática en Oriente Próximo.
La solución propuesta por el líder Apo es la única que puede lograr la democratización y una vida libre. El pueblo kurdo ha sido el más sensible y proactivo en este tema. Enfrentó la opresión en el pasado y resistió. Recientemente, ha dicho: ‘Si la opresión continúa, resistiremos’. Pero, lo que es más importante, siempre ha mantenido un espacio para los avances que podrían conducir a la democratización. Ha demostrado que no apoya la violencia ni la destrucción. La postura de la sociedad kurda, particularmente en Rojhilat (Kurdistán Oriental), ha sido acertada.
No aceptaron nada menos que una vida libre y se mantuvieron firmes en su empeño por obtener derechos democráticos. Cuando fue necesario, se resistieron. Pero también se esforzaron mucho para garantizar que esto sucediera por medios políticos y democráticos.
La postura correcta es, sin duda, esta. En este contexto, puedo decir: nuestro llamamiento a todos los movimientos kurdos podría ser este: esta es una situación nueva. Los acontecimientos en Irán representan una nueva situación para Rojhilat y todo el Kurdistán. Durante años, hemos llamado a la unidad nacional desde el frente. Dijimos: ‘Hagámoslo realidad en el Congreso Nacional del Kurdistán’. Ahora es el momento de trabajar por ese congreso, de construir la unidad nacional en torno a él. Si no podemos hacerlo ahora, ¿cuándo?
Por lo tanto, todas las organizaciones kurdas y todos los patriotas deben seguir este camino político. Se deben realizar esfuerzos por la Unidad Nacional Kurda. Las preocupaciones individuales u organizativas deben dejarse de lado; todos y todas deben contribuir. Especialmente ahora, los partidos políticos, las organizaciones y las instituciones de Rojhilat y el Kurdistán deben unirse y actuar con una sola voz. Deben ser capaces de hacerlo.
Hay llamamientos en esta dirección. El PJAK hizo una declaración, emitió un llamamiento. Consideramos que ese llamamiento es apropiado y significativo. Al menos, todas las organizaciones kurdas, todos los patriotas, deberían adoptar la misma postura. Si se unen ahora, lograrán grandes avances. Que creen la Unidad Nacional Kurda en el camino de la libertad y la política democrática; serán los mayores beneficiarios en este entorno turbulento. Eso es una certeza.
Este es nuestro llamado a todas las partes, sin distinción, a todos los que se consideran grupos y organizaciones patrióticos: ahora es el momento de actuar juntos y juntas.
El pueblo debe priorizar su propia seguridad”.
Finalmente, para el pueblo de Rojhilat Kurdistán: esta es claramente una situación peligrosa. No se sabe qué podría suceder. La gente debe estar muy alerta y cautelosa. Debe estar organizada y preparada. La sociedad debe priorizar garantizar su propia seguridad ante el conflicto. Debe fortalecer la solidaridad y la vida comunitaria. Pero, en la medida de lo posible, no deben verse arrastrados a conflictos. Deben actuar con cautela. Nunca deben desviarse del camino del desarrollo democrático nacional. Deben construir su unidad nacional, su organización.
Deben priorizar las relaciones y alianzas basadas en la creación de un gobierno democrático conjunto con todos los pueblos iraníes. Una Unión Democrática de Irán es fundamental. El pueblo de Rojhilat Kurdistán lideró un importante levantamiento en Irán en los últimos dos años bajo el lema "Jin, Jiyan, Azadî". También deben liderar el proceso de construcción de una unión democrática. Deben creer en sí mismos. No deben entrar en conflictos innecesarios, pero siempre deben tomar precauciones de seguridad. Y deben saber y confiar en que los kurdos de las cuatro partes del Kurdistán y la diáspora los respaldan. Apoyan al pueblo de Rojhilat Kurdistán. Los apoyarán hasta el final. En este sentido, se debe depositar confianza en el pueblo kurdo y en sus fuerzas pro libertad y democracia.
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