El 28 de agosto, una madre y su hijo murieron como consecuencia de la explosión de una mina colocada en un automóvil en el centro de la ciudad de Qamishlo.

En una declaración escrita, la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (DAAANES) dijo: “La explosión, responsabilidad de Turquía y sus grupos delictivos, tiene como objetivo crear caos en la región y quebrar la voluntad de nuestro pueblo”.

DAANES señaló que: “Ante los ojos de todo el mundo, el Estado turco se está vengando de la victoria de nuestro pueblo contra el terrorismo y el proyecto de violencia”.

“Recordamos una vez más al mundo entero que los ataques de Turquía contra civiles e infraestructuras son un intento de vengar la victoria de nuestro pueblo contra el terrorismo”, afirma la Administración Autónoma, y ​​añade: “El Estado turco está permitiendo el resurgimiento del ISIS para romper la resistencia de nuestro pueblo contra él. La creciente movilización del ISIS en Siria y otras regiones es consecuencia de ello”.

La Administración Autónoma expresó sus condolencias a las familias de los mártires y señaló que es deber de todas las instituciones jurídicas, humanitarias y de seguridad oponerse a las políticas genocidas del Estado turco.

"Continuaremos nuestra resistencia histórica para hacer realidad las esperanzas de nuestro pueblo", afirmó la Administración Autónoma, señalando que los ataques en curso están obstaculizando los esfuerzos para estabilizar la región y arrastrando a la región a una guerra que planteará grandes peligros para todos.

“Cuanto más nos persiga el enemigo, mayor será nuestra determinación de sobrevivir y nuestra resistencia”, concluyó la Administración Autónoma.