La deportación de refugiados sirios desde Turquía se ha acelerado recientemente con el objetivo de asentarlos en las zonas ocupadas por el Estado turco en el norte de Siria. La ola de deportaciones ha alcanzado su nivel más alto este mes, cuyo principal objetivo es cambiar la estructura demográfica de la región y su turquificación.
Miles de sirios deportados han llegado a las áreas ocupadas desde principios de este año, de acuerdo con la implementación del estado de ocupación turco de su política de asentamientos en cooperación con asociaciones pakistaníes, chechenas y del Golfo. El estado turco ha establecido una serie de asentamientos en el cantón ocupado de Afrin y otras áreas en el noroeste de Siria.
Durante el mes de julio, ANHA documentó la llegada de más de 250 refugiados al cantón ocupado a través del paso fronterizo de Girê Spî (Tal Abyad). El estado turco deportó a 160 refugiados sirios, la mayoría de ellos de las ciudades de Hama, Alepo, Idlib y otras ciudades en la primera semana de este mes. A esto le siguió la deportación de otras 42 personas como parte de su proyecto de asentamiento en las zonas ocupadas. Durante la semana pasada, Turquía deportó a cuatro familias y varios jóvenes para que fueran asentados en el cantón de Girê Spî.
Según una fuente local del cantón ocupado, estos refugiados se instalan en las casas de las personas desplazadas por la fuerza, apoderándose de las propiedades de la población indígena y cultivando sus campos en cooperación con los mercenarios de la ocupación turca.
En declaraciones a la ANHA, el co-presidente adjunto del Consejo Cantonal de Girê Spî, Heza Mihemed, advirtió sobre las consecuencias de la política de reasentamiento y el cambio demográfico de la región. Señaló que el estado turco intentó anexar estas tierras a su supuesto imperio.
Mihemed remarcó que el estado turco estaba deportando a los refugiados sirios como parte de un plan bien pensado para asentarlos en las casas y propiedades de las personas desplazadas por la fuerza que emigraron debido a la ocupación turca del cantón tras la agresión del 9 de octubre de 2019.
Mihemed señaló que el estado turco y los mercenarios aliados estaban implementando planes para sembrar una ideología extremista e imponer asentamientos extranjeros en cooperación con las asociaciones de la Hermandad Musulmana de Kuwait y Qatar.
Mihemed pidió a las fuerzas internacionales que intervengan para detener la política turca de deportar a los refugiados sirios y asentarlos en los territorios ocupados en detrimento de la población desplazada por la fuerza, y trabajar para garantizar su regreso seguro a sus hogares y pueblos tras el fin de la ocupación.
ANHA ha documentado la entrada de más de 22.000 refugiados en el cantón ocupado de Girê Spî desde que las autoridades turcas anunciaron a principios de abril de 2022 que un millón de refugiados serían deportados a las zonas ocupadas de Siria.