El ejército turco ha estado cometiendo crímenes de guerra día tras día desde la ocupación de Afrin en violación del derecho internacional en 2018.

Los secuestros, las torturas, los saqueos y las amenazas se han convertido en una rutina diaria en la ciudad, donde al menos 21 personas han sido secuestradas solo desde mediados de marzo.

Entre los secuestrados en los últimos días se encuentran una persona en el distrito de Mabata el 11 de abril, otra del distrito de Cindirês el 8 de abril, una en la aldea de Gurzêl del distrito de Sherawa el 5 de abril, otra en el distrito de Shera el 3 de abril y dos personas del distrito de Ashrafiyah de Afrin el 2 de abril.

Se desconoce el paradero de la mayoría de los civiles secuestrados. Se ha informado de que se pidieron rescates a las familias para su liberación.

Mientras tanto, el ejército turco sigue saqueando los medios básicos de subsistencia en la región. En las últimas dos semanas se han cortado al menos 522 olivos y otros árboles.

Además, los grupos mercenarios respaldados por Turquía confiscaron muchas tiendas en Afrin y otras tiendas en el mercado del distrito de Ashrafiyah. El grupo mercenario Al-Shamiya confiscó alrededor de 75 tiendas y 45 terrenos pertenecientes a los residentes de Afrin.

Como los grupos paramilitares respaldados por Turquía están cometiendo múltiples delitos en la región ocupada, se informa de que Mistefa El-Zihuri, conocido como Abu Casim, jefe del grupo mercenario Jabhat al-Shamiya, obligó a una mujer kurda a casarse con él y la amenazó con detenerla si se negaba.