Comité de Refugiados de Serêkaniyê condena el silencio internacional sobre los crímenes de Turquía

El Comité declaró que las condiciones en los campamentos son graves y condenó el silencio de la comunidad internacional ante los crímenes cometidos por el estado turco.

El Comité de Refugiados de Serêkaniyê emitió un comunicado sobre el incendio que se desató en el campamento Washokani cerca de Heseke y dejó dos niños muertos la noche del 6 de agosto.

La declaración subrayó que algunos grupos de mercenarios apoyados directamente por el régimen turco todavía están cometiendo crímenes brutales y confiscando las posesiones de la población local bajo la ocupación turca. Remarcó que el silencio de la comunidad y las organizaciones internacionales ha allanado el camino para la continuación de los crímenes turcos.

“La situación en los campamentos es muy grave y el sufrimiento de nuestros desplazados continúa. Creemos que la ONU y la comunidad internacional son responsables de los crímenes cometidos en la región. Es una vergüenza para la comunidad internacional que dos niños perdieran la vida en un incendio que estalló en el Campamento Washokani la noche anterior. A pesar de nuestros repetidos llamamientos, todavía no se ha entregado ayuda humanitaria a los campamentos en el norte y el este de Siria”, continúa el comunicado.

La declaración instó a las organizaciones de derechos humanos, los grupos a favor de la paz, la ONU, Rusia y los EE.UU. a cumplir con sus deberes contra los crímenes del estado turco invasor.

Las personas desplazadas de Serêkaniyê (Ras al-Ain) se alojan en el campamento de Washokani. Las ciudades de Serêkaniyê y Girê Spî (Tal Abyad) en el norte de Siria fueron ocupadas por Turquía en octubre de 2019. Según las instituciones de derechos humanos, unas 175.000 personas tuvieron que huir de Serêkaniyê y Girê Spî debido a la invasión. Algunos de los desplazados internos de Serêkaniyê han sido alojados en tres campamentos en la región de Cizîrê, mientras que la gran mayoría vive en albergues privados en la región. En junio, se informó que el número de personas que vivían en Washokani era de 15.381. Otras 4.063 personas están en el campamento Serêkaniyê cerca de Hesekê y 12.036 personas están en el campamento Newroz en Dêrik.

Los campamentos se construyeron con los recursos limitados de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), y las condiciones de vida allí son difíciles. La ONU no los reconoce y no proporciona ninguna ayuda. Las organizaciones de ayuda internacional tampoco están presentes, solo funcionan algunas pequeñas cooperativas locales y organizaciones de ayuda. Aparte de eso, todas las necesidades de los campamentos son atendidas por la Administración Autonómica.